El vendaval destroza cultivos, granjas y zonas verdes en Monegros

Sigue cortada al tráfico la carretera A-1210 entre Grañén y Valfonda.

El viento se llevó por delante las puertas de algunas explotaciones.
El viento se llevó por delante las puertas de algunas explotaciones.
HA

Albañiles, electricistas, herreros, empleados municipales,… trabajan a destajo con el fin de reparar los graves daños ocasionados por la tormenta de lluvia, granizo y viento registrada este domingo en Los Monegros.

Los destrozos son incontables. Las rachas de viento, de carácter huracanado, han causado afecciones en numerosas instalaciones agrícolas y ganaderas así como en viviendas y edificios públicos, levantando tejas y cubiertas y derribando muros, puertas o vallados. Según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología, el viento llegó a alcanzar los 122 kilómetros por hora.

Del conjunto, Grañén es uno de los municipios más afectados, tras sufrir la caída de hasta cinco torres eléctricas de una línea de media tensión situada muy cerca del casco urbano. Una parte del cableado acabó sobre la variante y sobre la carretera A-1210, que continúa cortada al tráfico entre Grañén y Almuniente.

Al parecer, los trabajos de retirada son complejos y necesitan de gran precisión. Ahora mismo, todavía se está terminando de evaluar los daños y trazando un plan de actuación, según fuentes de Endesa. Presumiblemente, las actuaciones se prolongarán varios días.

La caída de las torres dejó sin luz a unos 500 clientes del municipio de Grañén desde las 18.00 hasta las 3.00, momento en el que fue conectado un grupo electrógeno, que permitió restablecer el servicio y que seguirá funcionando hasta que la resolución de la incidencia, según detallaron las mismas fuentes.

La A-1210 es la única vía que sigue cortada. Hubo otras bloqueadas por la caída de árboles, que ya han sido retirados, entre ellas, la situada entre Grañén y Robres.

También se quedaron sin luz los vecinos de otras poblaciones afectadas por la tormenta como Castejón de Monegros o Sena, donde además llegaron a caer varios rayos, que se colaron en el circuito eléctrico de dos viviendas. Por fortuna, solo hubo que lamentar daños materiales.

Este lunes la imagen es similar en muchos municipios, donde se desarrollan trabajos de retirada de árboles, tejas y escombros. También hay peritaciones en infraestructuras ganaderas y explotaciones agrícolas o, por ejemplo, labores de limpieza en numerosas vías públicas. "No hemos parado de retirar árboles, ramas y tejas; hay edificios y zonas verdes muy afectadas. Además, son muchas las explotaciones agrícolas y ganaderas que han sufrido importantes daños. Los tejados de chapa han volado y hay puertas de hierro tumbadas", ha explicado el alcalde de Grañén, Carlos Sampériz. Por ejemplo, la plaza de la iglesia ha amanecido cubierta de tejas y en otra zona del municipio, el viento ha arrancado parte de la cubierta del secadero de cereales Santiago.

El balance de daños en el campo es "abrumador", según ha indicado el presidente de Asaja Huesca, José Fernando Luna. De hecho, hay daños de hasta el 100% en explotaciones de maíz y girasol de localidades como Robres, Grañén, Frula, Montesusín o Almuniente. "Los cultivos estaban en plena polinización y ahora mismo, están todos arrasados, tocando suelo, sin posibilidad de completar el desarrollo", ha señalado.

Los testigos del fuerte episodio de lluvia y viento, que comenzó sobre las 17.00 y que recorrió la comarca de norte a sur, tildan el fenómeno de "impresionante y atroz", especialmente por la fuerza del viento. Por fortuna, todos los daños fueron materiales.

La tormenta del domingo también dejó afecciones en otros puntos de la provincia, como Berbegal, con la caída de varios árboles y ramas que momentáneamente cortaron la carretera de acceso a Huesca.

Las precipitaciones dejaron 20 litros de agua en un corto espacio de tiempo, acompañadas por granizo que no provocó importantes afecciones. Así como fuertes ráfagas de viento que derribaron una carrasca sobre la carretera de Huesca y grandes ramas sobre el firme. Asimismo hubo desprendimiento de tejas de la iglesia y del edificio de la piscina. Y los contenedores fueron desplazados hasta 100 metros.

Los peritos de la compañía aseguradora del Ayuntamiento evaluarán mañana los daños.

En el campo también ha habido varios árboles caídos pero no constan importantes daños, según informa el alcalde, José Carlos Boned.

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