El chupinazo de Huesca hace estallar la fiesta

Este jueves han comenzado las Fiestas de San Lorenzo 2018. Tras varios meses de preparativos, que se han acelerado en los últimos días, Huesca ha arrancado su semana grande. Y lo ha hecho pendiente del cielo ya que había un aviso por lluvias intensas, especialmente en la primera mitad de la jornada, aunque finalmente no ha aguado, nunca mejor dicho, el momento más esperado por los miles de oscenses y de visitantes: el lanzamiento del chupinazo.

Un cohete que este año se ha elevado al cielo con el escudo de la SD Huesca en su carcasa ya que la brillante temporada del club, con el ascenso a Primera tras 108 años de historia, ha recibido esta recompensa por parte del Ayuntamiento de Huesca. El presidente, Agustín Lasaosa, se ha subido al balcón acompañado por el capitán del primer equipo, Juanjo Camacho, Marcos Rufat, del equipo Genuine para personas con discapacidad intelectual, y Belén Cavero, del femenino.

La explosión de alegría se desbordará por el centro con una cabalgata que se espera también multitudinaria. Encabezada esta vez por la Alegría Laurentina, participarán las otras cinco peñas recreativas (La Parrilla, Los 30, Los Que Faltaban, Zoiti y 10 de Agosto) con sus charangas. También desfilarán las mairalesas en cinco carrozas, la peña La Albahaca Reberde con el grupo Batucada Ritmaos y, como novedad, la peña de fútbol Fenómenos Oscenses, que se ha querido sumar este año como homenaje también a la SD Huesca con su propia charanga y que hará una gran fiesta final en Bendita Ruina invitando a melocotón con vino.

Esta primera jornada irá plagada, como siempre, de otros momentos para el recuerdo como el ya tradicional saludo al santo y la colocación de la pañoleta por parte de Roberto Bara, expresidente y socio de la peña La Parrilla desde hace más de 40 años.

También se vivirán muchas emociones en la entrega de la Parrilla de Oro a las formaciones musicales que interpretan Las Completas, en la figura de Conrado Beltrán. Un reconocimiento que llegará también, a título póstumo, a Antonio Viñuales, que hasta su fallecimiento dirigió la Orquesta de Cámara de Huesca.

La fiesta se desperdigará por todos los rincones de la ciudad. Desde la música más pachanguera de las plazas de Navarra, Los Fueros y Nuestra Señora de Salas a los hinchables infantiles en el parque o los Gigantes y Cabezudos en el barrio de San Lorenzo, pasando por la verbena de López Allué con la espectacular Nueva Alaska, el mejor folk en General Alsina o el estreno del escenario del Palacio de Congresos con el concierto de Bad Gyal. Y así suma y sigue con más de 300 actos repartidos hasta el día 15.