Como cada 30 de julio, el ritmo en Camporrells lo pusieron los palos de madera. Los danzadores del ‘Ball dels Totxets’ recorrieron durante la mañana las calles de la localidad acompañados de estos pequeños palos tallados e interpretaron melodías tradiciones como ‘Pastora la Galana’, a la vez que realizaban el baile al compás de la música. Los vecinos acompañaron a los protagonistas –ataviados con la vestimenta tradicional de camisa blanca, pantalón negro y pañuelo y fajín rojo- durante el recorrido, hasta llegar a la plaza.

Desde finales de la década de los 70 se celebra este baile propio de Camporrells, aunque tiene su origen en el siglo XIX. Además, es el acto que más gente congrega, tanto de vecinos como de visitantes de fuera, que marcan en el calendario el penúltimo día de julio como una cita ineludible. Sin embargo, la gran ausencia de este año fue el periodista Manuel Campo Vidal, natural de la localidad literana, que no suele fallar a la cita más importante del año.

Con la danza del palotiau se puso el broche de oro a las fiestas patronales en honor de San Abdón y San Senén. Unos días en los que la población de Camporrells, que supera ligeramente los 80 habitantes durante todo el año, se incrementa exponencialmente hasta llegar a las 800 personas. Desde el viernes, allí se ha podido disfrutar de cenas populares, sesiones de baile, discomóviles, fiestas de la espuma o exposiciones fotográficas.