El Ayuntamiento de Binéfar vuelve a paralizar las obras del matadero Pini

Un informe constató que excedía otra vez los permisos concedidos. La empresa sigue a la espera de la licencia definitiva

La maquinaria estaba ayer paralizada después de que se precintara la zona en obras
La maquinaria estaba ayer paralizada después de que se precintara la zona en obras
Rubén Coll

El Ayuntamiento de Binéfar ha ordenado al Grupo Pini paralizar la construcción del futuro matadero que tiene previsto crear hasta 1.600 empleos con una inversión de 70 millones de euros. Es la segunda vez que el Consistorio obliga a la firma italiana a interrumpir estos trabajos que, a falta de la licencia definitiva de obras –pendiente entre otros trámites de la autorización ambiental integrada del Inaga–, se han tenido que limitar hasta ahora al movimiento de tierras y la construcción de los muros perimetrales, para los que sí tenía concedidos los permisos.

El Ayuntamiento le notificó el pasado viernes un informe emitido por el Área de Disciplina Urbanística que le obligaba a paralizar las obras por sobrepasar la actividad que le permitían las licencias obtenidas hasta entonces a la empresa promotora Litera Meat S. L."Se constató que estaban volviendo a excederse de la licencia que poseen y procedimos a hacer el informe y formalizar la paralización", explicó Daniel Isabal, concejal de Urbanismo. Por ello, ayer por la mañana se procedió a precintar la zona "vista la recurrencia de la empresa en hacer las obras a expensas de los informes", afirmó Isabal.

La primera vez que tuvo que intervenir el Consistorio para frenar las actuaciones de la empresa italiana fue el pasado 4 de mayo y se debió a un motivo similar. Entonces, como en la actualidad, contaban con el permiso de movimiento de tierras, explanación, drenajes y muros de contención. Pero al considerar que se estaban excediendo de las autorizaciones concedidas, se emitió un informe ordenando paralizar las obras. Pese a ello, el Grupo Pini siguió con la actividad ya que defendieron que se encontraban dentro de los márgenes de la legalidad.

"No hemos incumplido la ley"

En esta ocasión, la empresa no ha puesto ninguna traba y ha aceptado la medida tomada por el Ayuntamiento de Binéfar."Aunque no hemos incumplido la ley, hemos considerado oportuna la paralización de las obras", confirmó ayer Pedro Camarero, representante legal del Grupo Pini. El abogado insistió en que no se había excedido ningún límite legal, pero que aceptaban el requerimiento porque "de las actuaciones que van a tener lugar a partir de ahora aún no se han obtenido los títulos habilitantes".

"Así como la anterior vez no comprendimos la decisión y se discutió porque considerábamos que nos amparaba la legalidad, ahora sí que la entendemos porque las próximas actuaciones serán constructivas o urbanizadoras", añadió Camarero.

Por su parte, el concejal de Urbanismo recordó que la reanudación del proceso de construcción no podrá llegar "hasta que no estén todos los informes, que es cuando recibirán la licencia de obra definitiva".

Un permiso que se está demorando en el tiempo y que la empresa tenía previsto recibir ya el pasado mes de mayo, como expresó en su día su director Piero Pini. Sin embargo, de momento, el Ayuntamiento de Binéfar continúa a la espera de la autorización ambiental integrada del Inaga, que podría llegar en las próximas fechas. Este organismo emite dos informes, uno relativo a la modificación del PGOU para la recalificación de 17 hectáreas –aprobada por el Consejo Provincial de Urbanismo el pasado mes de mayo– y otro sobre el impacto de la actividad de la industria cárnica. Desde la consejería de Economía, Industria y Empleo del Gobierno de Aragón han defendido reiteradamente que los trámites se estaban agilizando.

Piero Pini ha manifestado su intención de iniciar la actividad del matadero a finales de este año, pero los últimos acontecimientos pueden provocar el retraso a 2019. La inversión prevista solo en la construcción de la planta es de 59.167.808 euros, contando con la obra civil, las instalaciones y el equipamiento.

En la primera fase, la nueva empresa agroalimentaria ofrecerá entre 600 y 700 puestos de trabajo. Además, la empresa calcula generar un movimiento económico de 505 millones de euros en el primer año de su puesta en funcionamiento, con una previsión de alcanzar 1.260 millones en el 2023. Para entonces, estiman alcanzar unas cifras que reflejan la magnitud del proyecto: 1.610 empleados, 29.000 cerdos sacrificados al día y 55.000 metros cuadrados de instalaciones.

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