Un pastor de Apiés que guardaba 4.630 euros en un calcetín, absuelto de blanqueo de capitales

Estaba implicado en una red de tráfico de drogas, pero los jueces han creído su versión de que lo ahorraba para su familia en Marruecos

El juicio se celebró la semana pasada en la Audiencia de Huesca
El juicio se celebró la semana pasada en la Audiencia de Huesca
Rafael Gobantes

Abdelhadi E. C., un ciudadano de origen marroquí que trabaja en Apiés (Huesca) como pastor, ha sido absuelto por la Audiencia Provincial de Huesca de un delito de blaqueo de capitales. La Policía, en el marco de una operación contra el tráfico de drogas, incautó en su vivienda 4.630 euros que guardaba en el interior de una zapatilla, dentro de un calcetín, pero el tribunal ha considerado «perfectamente plausible» la explicación de que el dinero lo guardaba para ayudar a su familia en Marruecos, y porque además en esa localidad no hay entidades bancarias. «No es una cantidad excesiva sino acorde con sus ingresos», señala el fallo, y aunque los magistrados creen que no es muy habitual guardar tal suma de dinero en el domicilio, sobre todo dado su nivel de ingresos (cobraba 1.000 euros mensuales), «no es irracional», concluyen.

Abdelhadi E. C. fue detenido en marzo de 2012 durante una operación de la Policía Nacional que desarticuló la principal red de tráfico de hachís de Huesca, localizada en dos pisos del Tubo. Hubo 18 detenidos. El pasado 3 de julio, la Audiencia de Huesca celebró el juicio contra 12 de ellos (el resto estaban expulsados o en rebeldía). La Fiscalía y las defensas de 11 de los acusados llegaron a un acuerdo para poder eludir la cárcel, pero el abogado de Abdelhadi E. C. lo rechazó, convencido de que no había pruebas incriminatorias contra él y sería absuelto. La vista oral siguió adelante solo con este procesado.

A diferencia de los otros imputados, se le acusaba, no de un delito de tráfico de drogas, sino de blanqueo de capitales. El fiscal pedía para él cuatro años de prisión. La Policía lo interceptó cerca de uno de los pisos registrados, en la calle Espinosa de los Monteros, donde vivían unos compatriotas suyos. En el momento de su detención llevaba encima 950 euros. Posteriormente se registró su casa en el núcleo pedáneo de Apiés, a pocos kilómetros de Huesca, y se encontraron otros 4.630 euros, lo que llevó a los investigadores a pensar que podía tratarse de la persona que guardaba el dinero del grupo criminal. El hombre sigue contratado en la explotación ganadera, aunque ya no reside allí.

"No ha quedado acreditado que proviniera del tráfico de drogas", ha comentado su abogado, Manuel Arcas. En su declaración ante los magistrados durante la vista oral, el acusado dijo que era dinero fruto de su trabajo como pastor, ahorrado para ayudar a su familia en Marruecos, y negó la propiedad de un tercero. Por contra, según las declaraciones de los agentes de Policía, las vigilancias y escuchas telefónicas lo implicaban y había indicios para sospechar de él y detenerlo.

Sin embargo, determina la sentencia, «no se han demostrado más allá de toda duda razonable los indicios que permiten establecer un nexo de unión entre la posesión del dinero por parte del acusado y la obtención supuestamente ilícita, procedente del tráfico de estupefacientes, por parte de unas personas que no han sido juzgadas». Tampoco que estas se lo entregaran a Abdelhadi E. C. con la finalidad de ponerlo a buen recaudo, ni que este conociera su procedencia ilícita.

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