Los científicos alertan sobre la situación "insostenible" del ibón de Plan y plantean prohibir el baño

La imagen de un practicante de ‘kitesurf’ en el ibón de Plan el pasado 23 de junio, difundida a través de las redes sociales y los medios de comunicación, ha activado todas las alertas sobre la situación de este lago de alta montaña, situado a casi 2.000 m de altitud y considerado una joya geológica y paisajística. A la petición formulada por el Ayuntamiento de Plan de regular el acceso de visitantes, como medio para frenar la masificación, se han unido las voces de la comunidad científica.

"En el ibón de Plan se da la peor situación posible: tiene un acceso fácil y no goza de ningún tipo de protección", advierte Blas Valero, investigador del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE) y responsable del proyecto Replim (Red de Observatorios de Ecosistemas Sensibles al Cambio Climático en el Pirineo) para el estudio del estado ecológico de ibones y turberas en la cordillera.

Una pista de pago (3 euros) desde Saravillo acerca a los vehículos hasta el parquin de Lavasar y luego solo se necesita caminar unos minutos. Además, a diferencia de otros ibones situados en espacios protegidos, como los del Parque Nacional de Ordesa, aquí no está prohibido el baño. Sí la navegación, como en todos los lagos de alta montaña, motivo por el cual el Seprona de la Guardia Civil denunció al surfista.

¿Monumento Natural?

Para Blas Valero, "resulta incuestionable que hace falta regularlo", y dice que debería ser el Gobierno de Aragón el que tomara la iniciativa, "porque no puede recibir todos los veranos una presión tan intensa". Izquierda Unida propuso en 2017 su protección a través de la figura de Monumento Natural, de la que ya disfrutan los glaciares, considerando que es "uno de los lugares más hermosos de todo el Pirineo".

Resulta paradójico, a juicio del responsable de la red Replim, que por un lado se facilite el acceso a través de una pista y, por otro, no haya unas condiciones mínimas para controlar la presencia de visitantes. "Los ayuntamientos, además de considerar los ibones como un recurso, deben pensar que o los mantienen o se acabarán. No son sitios donde puedas ir y bañarte, aunque sea lo que a uno le apetece al llegar", señala el científico.

La masa de agua de este lago de alta montaña es escasa (la profundidad máxima no supera los 4 metros) y se reduce mucho en verano, hasta un 50%. En el fondo, fango en buena parte, hacen sus puestas especies de anfibios, a los que se perturba con el pisoteo. También hay una zona sensible de urogallo, "y no es buena la presencia de perros sueltos", explica, por su parte, Ánchel Belmonte, director científico del Geoparque del Sobrarbe y gran conocedor del ibón situado en el corazón del macizo de Cotiella.

Surfistas y flotadores

"En algún momento alguien tiene que poner un poco de orden, la situación actual es insostenible. Es la consumación de la banalización del paisaje, y en este caso un paisaje que tiene unas raices culturales y científicas muy potentes", afirma Ánchel Belmonte. Él también es partidario de prohibir el baño. "Ver a cien bañistas, a alguien haciendo ‘kitesurf’ o a uno con una rueda de tractor a modo de flotador a la deriva por el ibón, no son imágenes que nos podamos permitir en un recurso paisajístico de primer orden como es este, que incluso está sobrepublicitado", señala este científico.

Belmonte sugiere, en primer lugar, repensar el acceso, y luego dar al turista una información que le ayude a entender el valor de este lugar. "Me parece bien que se pueda subir en coche, pero no un número ilimitado. Están aparcando en la pradera del refugio de Lavasar, donde hay crómlechs (monumentos megalíticos). El día menos pensado quitarán las piedras para poder meter más coches", advierte el director del Geoparque.

La imagen de postal del ibón de Plan, también conocido como Basa de la Mora, es una de las más reproducidas del Pirineo. Está considerado una joya geológica: de origen glaciar, lo rodean las impresionantes paredes calcáreas del macizo de Cotiella. Incluido entre sus itinerarios, el Geoparque de Sobrarbe destaca este lago de alta montaña, además de por su belleza paisajística, por el tesoro escondido en su fondo, que ayuda a entender mejor el clima de los últimos 10.000 años.