La presión humana sobre los ibones del Pirineo es cada vez más evidente. Lo demuestra la imagen que se produjo el pasado fin de semana en el ibón de Plan o de la Basa de la Mora, donde un hombre se puso a practicar 'kitesurf' ante el asombro de las personas que visitaban este lago de montaña, uno de los paisajes más simbólicos y más retratados del Pirineo. La acción le costará una multa, ya que fue denunciado por los agentes del Seprona de la Guardia Civil por una infracción administrativa a la Ley de Aguas.

Los hechos ocurrieron el pasado sábado. Según el acta de la denuncia, se tuvo conocimiento en las redes sociales de que había una persona con una tabla de surf tirada por una vela navegando en estas aguas, "generando una gran alarma social" y propiciando la llamada del alcalde de Plan, "al ser una zona de gran afluencia de personas". La navegación en los lagos e ibones del Pirineo está de por sí prohibida.

Él reconoció los hechos y se le informó de que estaba realizando una actividad de navegación. "No es de recibo creer que el navegar con una tabla de 1,5 metros de eslora, con una cometa acoplada de unos 5 metros de cuerda sea una actividad complementaria del baño", señala el texto de la denuncia. "Máxime cuando estamos hablando de un ecosistema de alta montaña que por su fragilidad es mucho más sensible a la alteración de las aguas". Este tipo de tablas es empleada en embalses, con el consiguiente peligro de que se contaminara de mejillón cebra, una especie invasiva que prolifera en muchas masas de agua embalsadas. En este caso, no se ha podido demostrar que navegara antes en lugares como Mediano, afectado por la presencia de larvas.

La propia denuncia recoge que sería muy problemático que se generalizara el uso de este tipo de tablas, que puedan surcar tanto las aguas de pantanos afectados por el mejillón cebra como los lagos de alta montaña.

El ibón de Plan es uno de los más visitados del Pirineo. A su espectacular paisaje une que es un lugar mágico. También se le conoce como la Basa de la Mora porque, según cuenta la leyenda, allí habita una reina mora  que se aparece la noche de San Juan para bailar sobre sus aguas. Esto explica que el fin de semana del 23 de junio sea uno de los que más visitantes atrae.