Indignación por un nuevo desprendimiento en el único acceso al valle de Chistau

El derrumbe se produjo muy cerca de otro que el año pasado dejó incomunicado al valle durante varias horas. El alcalde de Plan exige una mejora de calado "porque algún día va a pasar alguna desgracia", avisa

Las rocas desprendidas, algunas de gran tamaño, taponaron parte de la calzada
Las rocas desprendidas, algunas de gran tamaño, taponaron parte de la calzada
J. S.

La lista de desprendimientos causados por esta lluviosa primavera no para de crecer en la provincia de Huesca. El último se ha producido este martes en la A-2609, muy cerca de Plan, complicando el tráfico en el único acceso al valle de Chistau. Este derrumbe ha vuelto a despertar la indignación de los vecinos, que exigen al Gobierno de Aragón una mejora integral de esta carretera que da acceso a los pueblos de Saravillo, Sin, Señés, Serveto, Plan, San Juan de Plan y Gistaín, donde residen alrededor de 500 habitantes, aunque en temporada alta turística multiplica su tráfico.

Según ha explicado el alcalde de Plan, José Serveto, sobre las 17.30 se ha producido una caída de varias rocas, algunas de gran tamaño, que han taponado parte de la calzada. El departamento de Vertebración del Territorio ha desplazado maquinaria al lugar para limpiar la vía, restableciéndose la normalidad del tráfico sobre las 19.30. Hasta entonces, ha habido paso alternativo de vehículos.

Las piedras se han desprendido a menos de 20 metros del derrumbe que en febrero del año pasado llegó a cortar varias horas la carretera y que obligó a la DGA a invertir 325.000 euros en una obra de urgencia.

El alcalde de Plan se ha mostrado aliviado porque afortunadamente no ha habido que lamentar daños personales ni materiales, pero ha advertido de que "algún día pasar una desgracia porque cada vez que llueve, se llena de piedras". Y por ello, ha vuelto a reclamar al Gobierno de Aragón una intervención de calado "al menos en los tramos más conflictivos de la carretera porque desde que se construyó no se ha invertido prácticamente nada", ha denunciado.

Aparte de las obras de emergencia para estabilizar la zona del desprendimiento anterior, Vertebración del Territorio también invirtió el año pasado otros 60.000 euros en la instalación de semáforos para regular los cuatro túneles del desfiladero de La Inclusa, en Plan, y mejorar así la seguridad del paso de camiones ya que la estrechez de las galerías dificulta que se crucen al mismo tiempo un vehículo pesado y un turismo.

Ambas medidas fueron una solución provisional hasta que se acometa la demandada reforma integral de esta carretera. Un estudio de la Dirección General de Movilidad e Infraestructuras determinó que entre cinco alternativas posibles, la más viable consistía en realizar mejoras sobre el mismo trazado existente ampliando la anchura, altura y arcenes de los túneles y de la vía a través de voladizos. La inversión necesaria rondaría los 15 millones de euros.

Quejas también por el corte del eje del Isábena

También mostraron ayer sus quejas los vecinos afectados por el corte desde hace dos semanas de la vía local HU-V-9601, en Torre la Ribera, principal vía de comunicación entre los valles del Ésera y el Isábena. Desde el 30 de mayo, técnicos de la Diputación Provincial de Huesca están tratando de reparar el deslizamiento. A finales de la semana pasada, por consejo de los ingenieros y de un geólogo, se iniciaron unas perforaciones para introducir unos carriles de acero en la ladera y estabilizarla. No obstante, desde la DPH no han puesto aún fecha para la reapertura porque antes tienen que garantizar la seguridad. Los residentes tienen vías alternativas de salida por la A-1605 y la N-260, según la DGT.

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