Monzón reduce un 90% las multas por pintadas tras ceder espacios públicos para hacer grafitis

Una quincena de jóvenes se han dado de alta ya en un censo municipal que les permite usar estos lugares para que expresen su arte sin temor a ser sancionados.

El grafitero Dani Vera, en la reciente Feria de Arte Contemporáneo de Monzón, Arteria.
Monzón reduce un 90% las multas por pintadas tras ceder espacios públicos para hacer grafitis
JOSÉ LUIS PANO

"Está genial porque da pie a que jóvenes locales nos podamos expresar y también que vengan de otras partes como Barcelona". Así valora Dani Vera, un joven grafitero, los muros y edificios municipales de Monzón donde ahora pueden plasmar con libertad su arte sin temor a ser sancionados por la Policía Local. Y es que el Ayuntamiento ha impulsado la ordenanza que regula las condiciones de desarrollo del arte del grafiti, propias de la cultura urbana de algunos jóvenes, y a iniciativa de la Concejalía de la Juventud ha habilitado varios espacios para estos artistas, el último en las pistas deportivas de la urbanización El Molino.

Este se une a otros lugares que también se acondicionaron para que pudieran ser decorados con grafitis como el paso subterráneo creado entre el Palomar y el recinto ferial de la Azucarera, los depósitos de agua de este barrio periférico de Monzón, y la parte trasera de la Nave del Belén Monumental del Cinca Medio.

El uso de estos espacios está regulado por una ordenanza aprobada en diciembre de 2016. La Brigada de Servicios ha pintado de gris los muros, eliminando así viejos grafitis para dejar un lienzo nuevo a estos artistas callejeros. Pasado un tiempo, cuando estén cubiertos, se repintarán de gris para permitir de nuevo la creación. El Ayuntamiento también va posibilitar que los grafiteros puedan decorar las casetas de luz ubicadas cerca de colegios con temática escolar.

La ordenanza incluye otras medidas como sacar a concurso la decoración de fachadas de edificios municipales, o que las comunidades de propietarios, negocios o viviendas particulares puedan pedir a los grafiteros que decoren sus paredes siguiendo la carta de colores que fija el departamento de Urbanismo. Acciones que siguen la estela de grandes ciudades como Zaragoza.

Desde que se han habilitado estos espacios públicos y en los poco más de dos años de aplicación de la ordenanza, las multas por realizar pintadas en la vía pública se han reducido entre un 80 y un 90%, según datos de la Policía Local. "Antes, los jóvenes no disponían de espacios y nos hemos sorprendido gratamente porque con esta medida hemos conseguido disminuir muchísimo las multas. Evitar las pintadas y las firmas en la pared es imposible, pero sí que se han erradicado las grandes y los grafiteros ya no tienen excusa para poder desarrollar su arte. Al final se trata de darles el espacio para que no se la tengan que jugar", señala la edil de Juventud, Milva Bueno.

Para poder usar estos espacios, el grafitero (siempre mayor de 13 años) debe darse de alta en un registro y recibe un carné. A partir de entonces puede pintar a la hora que le apetezca, sin informar previamente. Los trámites se pueden realizar en el SAC (Servicio de Atención al Ciudadano) o en el Espacio Joven, donde también se le informa sobre las medidas de seguridad (mascarilla y guantes, por ejemplo) y las condiciones de estética, respeto, etc., que deben cumplir los dibujos.

La práctica del arte del grafiti sin contar con autorización municipal puede conllevar multas de entre 50 y 1.000 euros en función de los daños ocasionados, además de la retirada temporal del carné, que puede ser definitiva en caso de cinco sanciones.

Una quincena de jóvenes se han dado de alta en este censo, a los que habría que añadir los grafiteros que vienen de otras poblaciones como Barcelona o Zaragoza los fines de semana, como explica el grafitero montisonense Javier Galindo, que en representación de sus compañeros había solicitado a la Concejalía de Juventud más espacios y regular esta actividad artística. "Estamos en contacto con varios jóvenes de otras poblaciones y cuando nos comentan que van a venir a pintar, informamos al Ayuntamiento para que puedan realizar sus grafitis con libertad. Son grafiteros que solo pueden venir en días festivos y no pueden ir entre semana a entregar la documentación por lo que habría que hacer alguna modificación para contemplar estos casos", dice.

Dani Vera es uno de los grafiteros que expresan su arte en la reciente feria Arteria e insiste en que "los grafitis no son pintadas en las paredes ni firmas, que siempre habrá, y que manchan la imagen del pueblo y del grafitero". Su compañero Javier Galindo también rechaza este estigma que a veces les persigue. "Los grafiteros no hacemos pintadas porque no es bueno ni para el pueblo ni para nosotros".

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