¿Cómo puede ayudar la lengua de signos a la comunicación con un bebé?

Un taller celebrado en Huesca buscará esta forma de desarrollo comunicativo con los niños de 0 a 3 años.

Según un estudio, los bebés respiran altos niveles de suciedad cuando gatean.
La charla se impartirá este sábado en la librería Romeo y Libreta de Huesca.
Pixabay

Todavía no saben hablar, pero sí dominan los movimientos y son capaces de reproducir algunos gestos. Por eso, aprender el lenguaje de signos puede convertirse en una forma perfecta para comunicarse con los niños más pequeños, de 0 a 3 años, incluso antes de que pronuncien sus primeras palabras, y que a le vez favorece a su desarrollo. Así lo explica la experta Tania P. G, que este sábado estará en la librería Romeo y Libreta de Huesca, donde impartirá una charla introductoria sobre la lengua de signos en bebés. “Está dirigido a madres, padres y educadores en general”, explica la intérprete de Lengua de Signos, que es experta en maternidad signada. Destaca así, que este método está enfocado a todos los niños, sin que tengan que tener dificultades auditivas.

Esta primera charla en la librería oscense se plantea solo como una primera aproximación, de cara a llevar a cabo talleres en los que se desarrolle esta técnica. “Serían en torno a 12 clases, siempre siendo un curso de nivel básico, en el que se repasaría un vocabulario esencial, relacionado con la alimentación, los animales, la familia, algunos saludos, fórmulas de cortesía...” explica Tania, que puntualiza que se trata de un lenguaje adaptado a los pequeños y acorde al que se usa en Aragón, ya que como recalca, en contra de lo que puede parecer, no se trata de una lengua universal. Además, la forma de estructurar las frases cuando la comunicación es exclusivamente con signos no corresponde con la de la forma oral, ya que el verbo queda al final de la frase.

Cuentos, canciones y muchos juegos son los métodos para que los pequeños se vayan familiarizando con los gestos, y que se transmiten durante el taller para poder seguir practicándolo más tarde en el centro educativo o en el propio hogar. “No es tanto la repetición como la comprensión, y sobre todo buscar el juego, la diversión”, relata. Además, una serie de actividades también están enfocadas para los padres y madres de manera individual, sin los niños, lo que actúa también como forma de desconexión, “para volver con las pilas recargadas”.

La iniciativa está muy ligada al Método Montessori de pedagogía, que cada vez gana más adeptos. “El Método Montessori se basa en la educación a través de los sentidos, con la lengua oral, auditiva y vocal. Al igual que nosotros, pero en este caso le añadimos la parte gestual y visual. Es decir, estamos educando a los sentidos y lo hacemos con los cuatro a la vez, se convierte así en una herramienta más que le estamos otorgando al niño, igual que se enseñan matemáticas, física... lo que es muy beneficioso”, apunta la interprete. “Esto permite conectar las ideas con algo espacial, porque los niños a esa edad todavía no tienen imaginación o fantasía. Hacerlo con las manos les ayuda a saber a qué se están refiriendo, y de la misma manera a comunicarse con sus padres sin necesidad de haber desarrollado el habla, ya que desde los 3 o 4 meses ya manejan la manos”, concluye, a la ahora de seguir enumerando los beneficios de un método que presentará este sábado en dos grupos, uno a las 16.30 y el otro a las 18.30.

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