'Ayuda-T': una aplicación para denunciar el acoso escolar que sale del mismo aula

Varios alumnos del instituto Martínez Vargas de Barbastro han creado una plataforma en la que alertar de manera anónima de situaciones de 'bullying'.

Aarón Torres, Carlos Sánchez, Zaida Anzano y Yanik Sánchez, componentes del 'Equipo Zapping', impulsores de la aplicación Ayuda-T.
Aarón Torres, Carlos Sánchez, Zaida Anzano y Yanik Sánchez, componentes del 'Equipo Zapping', impulsores de la aplicación Ayuda-T.
IES Martínez Vargas

El miedo a las represalias, a quedarse al margen del grupo o el no saber cómo dar el paso para denunciarlo son algunos motivos que llevan a los adolescentes que sufren acoso escolar a permanecer en silencio ante situaciones de injusticia. Y precisamente para que puedan tener voz y romper con el sufrimiento que les acarrea, nace la aplicación 'Ayuda-T', que parte de un grupo de trabajo integrado por alumnos del centro Martínez Vargas de Barbastro. Esta plataforma, diseñada por cuatro escolares, funciona a modo de red social en la que se integran todos los jóvenes del instituto, estableciendo entre ellos un grupo de 'ayudantes', con los que puede contactar de manera anónima cualquiera de los chicos que detecten o vivan ellos mismos situaciones de acoso.

“Los ayudantes son un grupo de alumnos formados para saber actuar cuando detecten una caso de 'bullying', con el fin de que los chicos que lo estén sufriendo puedan ponerse en contacto con ellos. De esta manera, se abre una conversación dentro de la aplicación para poder hablar sobre ello y actuar”, explica María José Bernabeu, la profesora encargada de coordinar el grupo. “Siempre hemos observado que los chicos tienen miedo a denunciarlo a los profesores, porque piensan que eso generará más represalias. Por ello, hablar con otros alumnos les otorga más confianza”, añade.

Aarón Torres, Carlos Sánchez, Zaida Anzano y Yanik Sánchez forman el 'Equipo Zapping', impulsor de la aplicación, cuya semilla surgió ya el pasado curso, cuando todos estaban en cuarto de la ESO, y lo diseñaron como un trabajo dentro de una actividad de su clase de Iniciación a la actividad emprendedora y empresarial. Pero quisieron darle recorrido más allá de su instituto, hasta proclamarse como finalistas del Programa Desafío Emprende, estando entre los 35 elegidos de las 1.400 solicitudes de este certamen promovido por la Obra Social La Caixa. Esto les permitió participar en tres días de trabajo conjunto en Barcelona, formándose de la mano de diferentes 'coach' y especialistas en emprendimiento. “Surgió la posibilidad de seguir desarrollando el proyecto dentro de la iniciativa Incubadora Desafío Emprende, que daba continuidad a algunos de esos proyectos seleccionados el curso anterior. Presentamos la solicitud y fue elegido con otros once de toda España”, señala la profesora.

Por ello, aunque algunos de los chicos cursen otros estudios en este año, incluso vayan a otros centros, han querido seguir materializando una idea que puede ser muy útil si se instala en todos los institutos. “Ahora seguimos un plan guiado desde los impulsores del programa, en el que primero hemos definido el proyecto, se ha trabajado en el diseño y se ha llevado a cabo un prototipo no funcional, para llegar a convertirlo en algo que sí lo sea. Para ello hay que buscar financiación, buscar colaboradores, darle difusión...”, puntualiza Bernabeu, a la hora de señalar el momento exacto en el que se encuentra 'Ayuda-T', y apuntando también el reto que supone para los propios alumnos mantener el contacto para hacer crecer el proyecto, aunque estén ya cursando otras enseñanzas. Si consiguen darle consistencia al trabajo y convencer a los organizadores -la criba en esta parte es del 50%-, el siguiente paso ya sería participar en el Impact Day organizado dentro del mismo certamen, y en el que presentarían la iniciativa a inversores interesados en apoyar propuestas novedosas.

De lograrse todo ello se conseguirá convertir la aplicación en un espacio de puesta en común en el que los alumnos puedan interactuar de manera anónima, aunque en el instituto Martínez Vargas ya cuentan con un Plan de Convivencia a través del que se forma a algunos de los alumnos de más edad para poder asistir a los que se incorporan al centro en todo tipo de problemas que les puedan surgir, incluyendo casos de 'bullying'. “Ahora mismo son los de 4º de la ESO los que se convierten en esos 'ayudantes' para los de 1º, aunque la intención es que próximamente los alumnos que tengan esa condición especial para dar apoyo sean de todos los cursos, con una mayor diversidad de edades y perfiles”, apunta María José Bernabeu, optimista sobre el futuro de la iniciativa creada por sus jóvenes pupilos y la utilidad que puede tener en institutos de toda la provincia e incluso de todo el país.

¿Cómo actuar en caso de bullying?


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