El obispo Ángel Pérez exigirá cumplir la ley con los bienes "porque los queremos en casa"

Desestima la nueva oferta de Mayte Pérez para ceder poderes a la DGA y que litigue en su nombre.

Pérez, en el Museo Diocesano, con el pantocrator de Vió.
El obispo Ángel Pérez exigirá cumplir la ley con los bienes "porque los queremos en casa"
J. L. Pano

"He intentado buscar todas las fórmulas posibles. He llamado a todas las puertas y en todas he encontrado buenas palabras. Al final como ciudadano he tenido que recurrir a la vía que ampara la ley que es la vía civil. La canónica ya la teníamos ganada". Con estas palabras, el obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez, confirma que en los próximos días se presentará la demanda reivindicatoria contra el obispado y contra el Museo de Lérida para reclamar la devolución de las 112 obras de su propiedad retenidas en Cataluña.

Pérez mantiene "la hoja de ruta" tras el acto de conciliación celebrado en Lérida, en el que el procurador de esa diócesis reconoció la propiedad de Barbastro-Monzón, aunque se excusó en que no podía devolver los bienes porque están depositados en el Consorcio del Museo, que se niega a retornarlos. En esa entidad hay cinco instituciones distintas representadas, precisa Pérez.

La demanda se está ultimando y aunque la previsión inicial era presentarla en los juzgados de Lérida antes de Navidad, el próximo inicio de las vacaciones y el hecho de que todavía falte algún documento que adjuntar, lo retrasará previsiblemente hasta mediados del mes de enero. Poco importan unos días, teniendo en cuenta que han pasado 22 años desde el cambio de los límites diocesanos. A partir de 1995, con la trasferencia de las parroquias del Aragón oriental del obispado de Lérida al de Barbastro-Monzón, también se debían haber devuelto las obras de arte.

Respecto a los argumentos jurídicos en que se basará, Ángel Pérez es tajante: "En que la propiedad es nuestra y que los propietarios las quieren en casa. Es lo que siempre ha estado en juego". Consciente de que la acción judicial que promueve, la primera fuera de la jurisdicción eclesiástica, va contra otro obispo, es claro a la hora de manifestar que ha intentado "por todos los medios" y de común acuerdo llegar a una solución viable, "pero ni a él ni a mí nos era factible". "Los dos estamos de acuerdo en que la propiedad es nuestra (de Barbastro) pero no somos quienes para ordenar que vengan. Eso lo tiene que decidir un juez", matizó. Pese a todo, existe, dice, "buen entendimiento" con Salvador Giménez, su homólogo, "una persona cabal, santa y buena". Los dos se han encontrado con este asunto, "que tenemos que resolver". "Al final no nos ha quedado otra que acudir a la vía civil y exigir que se cumpla la ley, sin hacer sangre. El juez eclesiástico ya lo ha sentenciado y esperemos que el civil hago lo mismo. El problema estará en que se cumplan las sentencias. Esperemos que sí", manifiesta.

A pocos días de iniciar ese proceso, se sigue preguntando por qué, una vez ganados los pleitos canónicos, no se ejecutaron. "La vía canónica ya la teníamos ganada. Pero ¿porqué no se aplicaba la justicia y se cumplían las leyes?". Cree que el panorama ha cambiado y alude al retorno de los bienes de Sijena. "A Cataluña siempre se le ha tenido un respeto, que se ha cortado cuando ha puesto en jaque al Estado. Entonces se ha dicho: cúmplase la ley".

El obispo también ha explicado por qué se ha desestimado la propuesta del Gobierno de Aragón de representarlos. La consejera de Educación y Cultura, Mayte Pérez, reiteró recientemente la oferta de colaboración para recuperar el patrimonio de las parroquias de la zona oriental. Lo hizo a las puertas del monasterio de Sijena, el día que regresaron las obras del Museo de Lérida, recordando que la cesión de poderes que hizo la Orden Sanjuanista al Gobierno aragonés se ha demostrado "exitosa". Y que esa misma oferta se realizó al inicio de la legislatura tanto al obispo de Barbastro como al de Huesca. "Los obispos no contemplaron esa posibilidad, y nosotros lo que les podemos decir es que esta fórmula funciona y que explorar otras que no se sabe a donde nos llevan es perder el tiempo y dilatar el proceso", señaló la consejera.

Ángel Pérez responde que el Gobierno de Aragón debe concretar "para qué y cómo quieren ayudar". "Nosotros llevamos nuestra ruta y con nuestra autoridad. Los obispos asumen su problemática, que es que unos bienes no están en su territorio. Lo hemos intentado por los cauces eclesiásticos y ahora vamos por lo civil. Que el Gobierno nos tiende la mano, encantados, pero no está en juego ni la propiedad ni la titularidad", declara. Añade que se "conformaría" con que el Gobierno de Aragón le diera lo que les ha prometido, y lo concreta en una subvención para el arreglo de la catedral aprobado por el Ayuntamiento y por las Cortes. Al mismo tiempo menciona otra ayuda de 50.000 euros del expresidente Marcelino Iglesias para el Museo Diocesano de Barbastro, "que se ha quedado ahora en 15.000 euros". "Esto es una carrera de fondo y a lo largo del camino se muestran las motivaciones que cada uno tiene. El Obispado siempre está para servir al pueblo. Una cosa es predicar y otra dar trigo".

El prelado lamenta al mismo tiempo la larga sombra del conflicto, que afecta a proyectos pendientes, como la creación de la Ruta del Románico entre Huesca y Lérida, una iniciativa que esta diócesis ve con buenos ojos, "pero antes tienen que devolver las piezas". La ruta podría unir ya Torreciudad, Graus, Roda de Isábena, Obarra, Montañana, Luzás y Alaón, una oportunidad para el desarrollo económico, cultural y artístico del patrimonio que compara con las Edades del Hombre en Castilla.

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