El tráfico cederá el protagonismo al peatón en el nuevo paseo de Ramón y Cajal de Huesca

La reforma de este vial, una de las entradas de la capital oscense, tendrá un coste global de 6,3 millones y se acometerá en tres fases. Las obras, que empezarán antes del próximo verano, conllevarán la supresión de 20 de los 100 aparcamientos.

Imagen virtual del nuevo paseo de Ramón y Cajal
Imagen virtual del nuevo paseo de Ramón y Cajal
Heraldo.es

La reurbanización del paseo de Ramón y Cajal de Huesca cambiará la fisonomía de la entrada a la ciudad desde Lérida en lo que será el gran proyecto urbanístico de este mandato municipal, presupuestado en 6,3 millones de euros y que se acometerá en tres fases. La primera de ellas, con un coste estimado de 2,8 millones, comenzará en mayo o junio del año que viene. Afectará a un tramo de unos 140 metros de los 300 de este vial, entre la rotonda del puente del Isuela y la calle José María Lacasa. La segunda comprenderá desde aquí (cruce con Luis Mur Ventura) hasta la calle Camila Gracia, y la tercera irá hasta la plaza Santo Domingo con ronda Agustinos. La transformación responde al anteproyecto elaborado por el arquitecto municipal Pedro Lafuente.

La primera fase incluye la construcción de una de las dos glorietas con las que se regularán el tráfico del paseo, antigua travesía de la N-240. No obstante, los coches perderán protagonismo ante el peatón, ya que los cuatro carriles de la calzada central se reducirán a dos, uno por cada sentido de la circulación. Desaparecerán los viales laterales y habrá dos aceras que tendrán entre 14 y 17 metros de anchura. Asimismo, se contará con un carril bici y con un carril de servicio para garantizar el acceso al único garaje existente en la zona así como el paso de los vehículos de emergencias (lado norte).

El proyecto básico de reurbanización, redactado por la UTE Sixto Marín y Aragonesa de Ingeniería Civil, está condicionado por el arbolado del paseo y por el mantenimiento del máximo número de aparcamientos en una zona de grandes edificios y mucha actividad comercial. Según el estudio técnico de la empresa Pirinea, debido a su situación será necesario talar 15 árboles (seis de los 21 cedros, seis cipreses y tres olmos) de los existentes en el paseo. Los restantes se integrarán en el nuevo diseño de Ramón y Cajal, que incluso plantea la instalación de juegos infantiles bajo la hilera de árboles, según ha explicado el arquitecto.

También ha sido necesario reducir el número de aparcamientos, que pasa de 100 a 80. Los coches se estacionarán en espiga en diferentes tramos del paseo. También habrá zonas para carga y descarga y se colocarán cuatro isletas de siete contenedores soterrados cada una.

El ingeniero de caminos José Luis Puyuelo ha explicado que se renovarán siete de las once redes de servicio que discurren bajo el asfalto. Asimismo, se mejorará la iluminación.

La concejala de Urbanismo, María Rodrigo, ha explicado que la decisión de reurbanizar el paseo de Ramón y Cajal en lugar de finalizar la peatonalización del Coso Bajo obedece a "una determinación política" porque "también es necesario intervenir en otras zonas de la ciudad". Según ha dicho, el empezar por la rotonda del puente del Isuela obedece a cuestiones técnicas, debido a la pendiente de la calle. La edil ha destacado el proceso de participación ciudadana que se ha seguido para concretar las condiciones del nuevo paseo, donde los vecinos quieren conservar el máximo número de plazas de aparcamiento.

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