La plaga de estorninos se estabiliza con 4.000 aves acantonadas en el parque Miguel Servet

El Ayuntamiento de Huesca mantiene la lucha contra la plaga desde 1992 y la presencia de estos pájaros ha logrado reducirse un 93%.

Dos trabajadores de Ambien a punto de disparar los cohetes en el paque Miguel Servet.
La plaga de estorninos se estabiliza con 4.000 aves acantonadas en el parque Miguel Servet
Rafael Gobantes

Llegaron hace 25 años y aunque hace tiempo que se tienen a raya, los estorninos siguen estando cómodos en Huesca. Hay unas 4.000 aves de esta especie invasora que han hecho del parque Miguel Servet su lugar de residencia y no consideran necesario migrar hacia otros sitios, como hacen los cientos de miles de pájaros que a principios del otoños sobrevuelan los Pirineos en su viaje desde el norte de Europa a tierras más cálidas.

La población de estas aves se ha reducido más de un 93% en la última década. De los picos de hasta 131.000 ejemplares se ha conseguido pasar a una colonia estable de estornino negro autóctono que tiene su dormidero en el centro de Huesca pero que se incrementa en el momento en que se baja la guardia. La empresa Ambien es la adjudicataria del contrato municipal para su control. Antonio Rivera, responsable técnico de la misma, explica que no hay que darles tregua porque "si se dejara de actuar podrían llegar hasta 30.000".

En el conteo realizado el 31 de agosto en el parque Miguel Servet había 23.000 estorninos, después de un mes sin actuar por las vacaciones de verano. Para el 14 de septiembre ya se había conseguido reducir hasta 11.000 ejemplares, que después fueron bajando hasta 4.000 en la última inspección, hace unos días. "El año pasado, por estas fechas, eran 6.000", apunta Rivera. No obstante, a mediados de octubre es cuando se producen las migraciones más intensas desde Europa "y se esperan las incursiones más fuertes del año", señala.

Aceites aromáticos, la novedad

Será entonces cuando se ponga en práctica un nuevo método para ahuyentarlos: los aceites aromáticos que actúan como repelentes. "Ya los tenemos, pero no se han aplicado todavía porque la temporada se nos echó encima y faltaba encontrar un sitio donde se pudiera probar y el momento", indican desde Ambien. En todo caso, se continúa con los métodos clásicos: sonidos de alarma, disparos de cohetes y candelas, luces con linternas o focos...

Otro método es el pienso, que controla hormonalmente, pero hacen falta voluntarios para vigilar y evitar que otras aves coman... También se habló de utilizar drones, pero este sistema está descartado hasta que no haya un marco legal que permita pilotar estos aparatos en núcleos habitados.

El 1 de diciembre termina el contrato del control de aves. Según apunta Antonio Rivera, es importante que la adjudicación del nuevo no se retrase porque los estorninos requieren de un trabajo constante y de continuidad en las estrategias. "Los lunes hay más población porque no se ha actuado el fin de semana", señala el técnico de Ambien.

También palomas

El Ayuntamiento de Huesca ya ha sacado a concurso el nuevo contrato para el control de estorninos y palomas en Huesca. Vuelve a salir por 66.000 euros para dos años. La concejala de Medio Ambiente, Carmen García, señala que la capital oscense "no tiene un problema grave con estas últimas, salvo con los excrementos, que se focalizan en alguna zonas". Según dice, son sobre todo las comunidades de vecinos las que solicitan su captura. La edil recuerda que está prohibo darles de comer, según recoge la ordenanza de Seguridad y Convivencia Ciudadana de Huesca.

En el último año se han capturado 1.100 palomas, de ellas, 121 eran tórtolas. Las palomas están más dispersas y no se puede hacer conteo, no provocan grandes problemas. Desde 2005, cuando se empezó el control, se han realizado 35.000 capturas y 4.200 de tórtolas turcas, que comenzaron a recogerse en 2012 .

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