El Ayuntamiento de Plan estudia regular el acceso a su ibón para evitar la masificación

Los responsables municipales plantean controlar el aforo del lago de montaña y concienciar a los visitantes de que están en un lugar con ganado y otros animales.

Paraje cercano al ibón de Plan donde se encuentra el refugio de Lavasar.
Paraje cercano al ibón de Plan donde se encuentra el refugio de Lavasar.
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Es imposible poner puertas al campo, pero sí se puede regular el acceso a parajes idílicos que lo son porque hasta ahora, su dificultad de acceso, los mantenía a salvo del turismo masificado y de los usos inadecuados por parte de algunos visitantes. El caso del Bierge, donde se limitará el aforo a 250 bañistas y se cobrarán dos euros, no es el único. El Ayuntamiento de Broto también cobra por realizar la vía ferrata de la Cascada de Sorrosal y Alquézar y Viacamp se plantean establecer una tasa para recorrer sus pasarelas. El siguiente destino con la entrada regulada puede ser el ibón de Plan.

Este lago natural de alta montaña, situado a 1.910 metros de altitud y conocido también como Basa de la Mora por la leyenda que a él se asocia, pertenece al pueblo de Plan, en el Valle de Chistau. En los últimos años se ha convertido en lugar muy frecuentado. "El aforo se nos está yendo de las manos", aseguró el alcalde, José Serveto. "Yo soy ganadero y cuando tengo allí a los animales observo que está todo lleno de gente que tira basura que después comen las vacas".

La aglomeración se produce en determinados momentos del año, sobre todo en verano. "Pero este mayo ya había algún día con 70 coches arriba y eso es inviable, porque es una auténtica masificación", comentó Serveto, que se mostró convencido de que hay que regularlo de alguna manera. "Así se conseguirá, además, que esté limpio y eso será bueno para todos", añadió.

El teniente de alcalde, Miguel Lacambra, apuntó que "el sitio es frágil, como toda la montaña". El acceso hasta el ibón de Plan es relativamente fácil, ya que se puede llegar en coche hasta el refugio de Lavasar, a una media hora andando del lago. El camino empieza como un estrecho sendero, pero llega un punto en que se expande. "Y es ahí cuando la gente suelta a los perros sin tener en cuenta que hay vacas y animales como sarrios, ciervos, corzos...", indicó.

Lacambra destacó que en este entorno no existen aseos ni papeleras y "hay gente con muy poco respeto". Todavía no se ha concretado la forma de regular esta creciente atracción por el paraje, pero la idea es que la gente sepa que hay lugares por los que no podrá ir a su libre albedrío.

"Cuando se llegue a la explanada, se podrían poner dos cintas para que la gente camine por el medio, convertir en miradores algunas zonas, como la que hay junto al ibón para que puedan incluso tocar el agua, prohibir que los perros vayan sueltos...", comentó el teniente de alcalde. Según dijo, se trata de encontrar el equilibrio entre la ganadería y el turismo. "Una forma de vida por la que apostamos", apostilló.

El ibón de Plan no está sujeto a ninguna protección ambiental como tal, lo que supone que hoy por hoy la decisión sobre lo que ahí se haga corresponde al Ayuntamiento. "Nos podemos plantear algo como en Bierge, un control de paso, un número determinado de coches...", señaló Lacambra. De momento, lo único que el gobierno municipal tiene claro es que "el valle de Chistau no perderá influencia en la gestión y las personas que estén hospedadas aquí tendrán preferencia de acceso", indicaron Serveto y Lacambra.

El refugio

Uno de los elementos que podrían contribuir a este plan de regulación sería el refugio de Lavasar. Se trata de una caseta construida a principios de los años 80 para el descanso de los pastores. En los últimos tiempos ha sufrido un gran deterioro y su estado es bastante "lamentable", comentó el alcalde de Plan. "Ahí se mete la gente a dormir, a hacer su fiestas, a pintar las paredes...", indicó. Tiene 50 metros cuadrados, con un espacio pequeño y un hogar A instancias de la pedanía de Saravillo se ha iniciado el expediente para que el Ayuntamiento pueda ceder su uso a un particular en régimen de concesión temporal si llegara el caso .

Lacambra explicó que "es algo que se ha hecho aquí, en Plan, con otros refugios como el de Marradetas y ha funcionado perfectamente". El alcalde pedáneo de Saravillo, Andrés Bielsa, señaló que la instalación "no se usa de forma adecuada". La idea es que allí puedan colocarse unos váteres químicos y que haya una persona que pueda servir algún café o refrescos. El expediente está en exposición pública y un colectivo denominado ‘los amigos del ibón de Plan’ ha iniciado a través de Change.org una campaña de recogida de firmas contra esta posibilidad, ya que consideran que la instalación de este servicio "supondrá la masificación turística descontrolada".

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