José Antonio Martínez, vecino de Tarrasa (Barcelona), fue hallado ayer sin vida por la Guardia Civil en el fondo de un barranco de la Peña Castibián, en Alquézar. El hombre, de 35 años, y que estaba pasando las vacaciones de Semana Santa en la villa medieval, llevaba desaparecido desde el sábado por la tarde, cuando se marchó de casa de sus padres para ir a cortar unas ramas que había visto que impedían el paso en las conocidas pasarelas del Vero. De momento se desconocen las causas y las circunstancias del fallecimiento.

La noticia causó una honda consternación entre los vecinos de Alquézar ya que aunque la familia es originaria de Cataluña, se habían comprado hacía unos años una segunda residencia en el pueblo con la intención de instalarse, tienen ya un gran arraigo entre la población "y son muy conocidos y queridos", según el alcalde, Mariano Altemir, que colaboró activamente en las labores de búsqueda y se mostró conmocionado por el fatal desenlace.

Según informaron fuentes de la Guardia Civil, la desaparición fue denunciada sobre las 0.30 de la madrugada del domingo. La familia informó de que el joven se había ido de casa con la intención de dar una vuelta por las pasarelas del Vero pero al ver que tardaba demasiado en regresar, empezaron a buscarle por su cuenta hasta que se hizo de noche y avisaron a la Guardia Civil.

Inmediatamente se desplegó un operativo con especialistas de montaña y con agentes de Seguridad Ciudadana que peinaron de noche los alrededores de las pasarelas del Vero aunque no obtuvieron resultado.

Un operativo de 60 personas

A primera hora de la mañana de ayer el dispositivo se reforzó con la presencia de la Unidad Aérea de Huesca, que sobrevoló la zona, y con una treintena de socorristas de los grupos y equipos de montaña de Jaca, Boltaña, Benasque y Huesca, además de agentes de Seguridad Ciudadana de los puestos de Huesca, Angüés y Novales. También fueron activados dos guías con perros especialistas en la búsqueda de personas, así como un integrante de la Unidad Canina de Bomberos de la Comarca de la Ribagorza. A ellos se unieron alrededor de treinta voluntarios de Alquézar.

Unos escaladores dieron la pista

Las labores se concentraron en las pasarelas. Sin embargo, el cuerpo fue localizado en un lugar situado al inicio de esta ruta, justo detrás de la colegiata. Unos escaladores se acercaron a una patrulla de Seguridad Ciudadana para interesarse por la búsqueda y al informarles de las características del joven extraviado, se percataron de que habían estado hablando el sábado por la tarde con una persona que coincidía con esa descripción. Los deportistas condujeron a los agentes hasta la zona donde le habían visto por última vez, que estaba algo alejada del entorno donde se estaba centrando la búsqueda, y muy pronto localizaron el cuerpo sin vida.

La Guardia Civil dio aviso al Juzgado de Barbastro para proceder al levantamiento del cadáver. Al lugar se trasladó también un forense y miembros de la Policía Judicial de Huesca, que abrirán una investigación para tratar de terminar las causas de la muerte. Se espera que la autopsia arroje luz y aclare si pudo sufrir un desvanecimiento o una caída accidental. El lugar donde fue hallado es una zona abrupta entre paredes de escalada y con mucha roca y vegetación de monte bajo, pero también es accesible.

Con la de ayer ya son dos las personas que han perdido la vida en la montaña este fin de semana después de que el sábado un montañero vasco de 69 años muriera al despeñarse 200 metros cuando ascendía en solitario al pico Arnales, en Panticosa.