El Coso peatonal de Huesca se abrió este sábado al tráfico de forma excepcional para permitir el paso de 60 coches no precisamente modernos. Entre los árboles y bancos y la mirada de asombro de los oscenses, un total de 33 Seat 600, 12 turismos de otros modelos de la misma marca y 15 vehículos de otras firmas y de corte clásico recorrieron la calle central de la ciudad hasta la plaza de Navarra Iban escoltados por la Policía Local y hacían sonar sus bocinas. Todos quedaron aparcados después para curiosidad y asombro de los peatones, algunos de los cuales reconocían detalles de los automóviles que ellos mismos han conducido en alguna ocasión. El 600 celebra este año su 60 aniversario.

La jornada, cuarta reunión de Seat 600 y de Clásicos Seat Ciudad de Huesca,  estaba organizada por el Huesca Club de Vehículos Históricos. El programa de actos se prolonga hasta este domingo, con una visita al castillo de Loarre, por lo que  algunos participantes en la convocatoria han pernoctado en la capital oscense.

Al encuentro asistieron turismos de distintas localidades de Huesca sí como de Zaragoza y Lérida. Entre ellos llamaba la atención especialmente un Seat 600 verde de la capital aragonesa que iba equipado con una baca en la que lucían una maleta de mimbre y una cesta con una pelta de jamón de pega. Su conductor recibió el premio al coche ‘mejor pertrechado’, entre los galardones que se concedieron durante la comida. También se reconoció a los vehículos mejor conservado y mejor restaurado y a los conductores de menor y mayor edad.

Uno de los 600 que circuló por Huesca sigue utilizándose cada día. Lo conduce su propietaria, que lo compró hace 40 años.

La jornada contó con el patrocinio del concesionario Seat de Huesca y con la colaboración de otras empresas.