Solo el 5% de los accidentes de montaña acaban en un rescate

En un año se produjeron en Aragón casi 9.000, siendo la cuarta Comunidad española con mayor siniestralidad.

El paso de Mahoma, uno de los puntos de riesgo en la ascensión al Aneto.
El paso de Mahoma, uno de los puntos de riesgo en la ascensión al Aneto.

En Aragón se llevan contabilizados este año 403 rescates. Son solo una pequeña parte de un problema mucho mayor, que hasta ahora no se había visto reflejado en cifras. Para saber realmente cuántos siniestros sufren los montañeros habría que multiplicar ese número por más de 20. El estudio ‘Accidentes de montaña. Siniestros, rescates y acciones preventivas de los deportes de montaña en España’, realizado por el ingeniero y técnico deportivo Alberto Sánchez, analiza por primera vez el alcance real de la siniestralidad en las actividades al aire libre en todo el país, una situación que contrasta con los escasos medios dedicados a la prevención. Lo presentó como tesis doctoral el pasado 18 de noviembre en la Universidad de Zaragoza.


Él ha estimado que en el año 2014 hubo aproximadamente 100.500 accidentes en las montañas españolas sobre una población de 3.500.000 practicantes (según las encuestas de hábitos deportivos del Consejo Superior de Deportes). Es decir, uno de cada cien usuarios sufrió algún tipo de percance. Destaca que no son pocos, si se compara con los siniestros laborales en sectores tan críticos como la construcción o la industria, que incluso sumados no los superan.


Una de las principales conclusiones es que solo una pequeñísima parte, un 4,7% (4.728 intervenciones), acabó requiriendo el auxilio de los grupos de rescate, ya que la mayoría de los montañeros acudieron por sus propios medios a un centro sanitario. Estudiando el tipo de incidencia, el porcentaje mayoritario corresponde a lesiones musculares y esguinces.


El estudio se basa en estadísticas de los grupos de rescate de todo el país y en los partes de siniestros de las federaciones. Es la primera vez que ve la luz un informe de este tipo, al no haber datos centralizados. Aragón contabilizó 417 rescates en 2014 y se estiman 8.872 accidentes. En el ranquin nacional, ocupa la cuarta posición, por detrás de Andalucía, Cataluña y Valencia.


En el informe, Sánchez aunó sus conocimientos sobre prevención y seguridad como ingeniero en obras civiles, con su afición por la montaña y su profesión actual, ya que es técnico deportivo de media montaña y miembro del Comité de Seguridad de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (Fedme) y de su Consejo Asesor Científico.


"Con una estimación de más de 100.000 accidentes en España y casi 4 millones de practicantes de deportes de montaña en un año, las administraciones públicas deberían liderar campañas de prevención para reducir esta siniestralidad", concluye. Sugiere que las medidas a adoptar deben ir dirigidas a evitar la totalidad de los accidentes y no centrar tanto el debate en los rescates, y tener ámbito nacional, "porque los montañeros se mueven de un lugar a otro". En España, solo hay cuatro campañas, lideradas por las federaciones (Andalucía, Asturias, Aragón y Castilla-León). "Los gobiernos autonómicos, hasta la fecha, no quieren saber nada de invertir dinero en prevención, salvo el de Aragón, con la campaña Montaña Segura".


Según aclara, los 100.500 accidentes no pretenden ser una cifra exacta, ya que resulta imposible saber cuántos siniestros ocurren. Es incluso difícil conocer el número de rescates, dada la diversidad de los grupos de salvamento. Aunque en Aragón la competencia es exclusiva de la Guardia Civil, en casi todas las comunidades dependen de dos o tres cuerpos, e incluso en algunas autonomías, donde la competencia es provincial, ni se contabilizan. Los números son producto del cruce de varios modelos, datos y suposiciones. Sobre todo lo que pretende el estudio es reflejar una realidad y servir de herramienta para establecer las pautas a seguir en materia de prevención.

"El dominguero no es más propenso a sufrir un percance"

La investigación realizada por Alberto Sánchez le ha llevado a deducir que la accidentalidad está directamente relacionada con el número de personas que practican la actividad. "Los accidentes no se deben a la actividad que se realice, ni al perfil del deportista, ni a la dificultad del terreno", afirma, sino que las cifras se incrementan por la existencia de más usuarios en las montañas. Y en este sentido habla del auge de las carreras por montaña y la BTT.


"El estar en posesión de licencia federativa no es sinónimo de sufrir menos accidentes. Es una falsa creencia que los montañeros federados se accidenten menos". El llamado dominguero, aclara, "no es más propenso a sufrir un percance respecto al montañero experimentado".


Este investigador ha examinado los partes de siniestralidad de las distintas federaciones, que reflejan unas causas predominantes: sobreestimación de las posibilidades, mala planificación, nivel técnico y físico inadecuados o material escaso. Motivos que se repiten con independencia de la actividad o el perfil del deportista. En la montaña, asegura Sánchez, "se cometen errores a priori de los denominados ‘sencillos’, dejando de lado, en la mayoría de las ocasiones, todas esas medidas preventivas que, por ejemplo, sí aplicamos a diario en nuestro hogar o en nuestro trabajo".

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