La Diputación Provincial de Huesca renueva su compromiso con la Cartuja de Nuestra Señora de Las Fuentes (Sariñena). Desde su adquisición, el principal objetivo de la institución supramunicipal ha sido proteger el valioso conjunto pictórico de fray Manuel Bayeu –cuñado de Francisco de Goya– y para ello, ha centrado sus esfuerzos en la restauración de las cubiertas con el fin de evitar la filtración de humedades.

A lo largo de este verano, ha finalizado la primera fase, que ha afectado al 40% de las cubiertas, entre ellas, las correspondientes con la nave principal, las capillas y los cimborrios, donde están algunos de los frescos más destacados. Ahora, será el turno del 60% restante y, para ello, ya están redactadas las dos fases siguientes, que supondrán una inversión conjunta de casi 600.000 euros y que estarán finalizadas durante la primavera de 2017, según explicó ayer la vicepresidenta de la DPH, Elisa Sancho, que visitó el enclave junto al arquitecto de la institución, Daniel Zabala, y el diputado encargado de Obras, Armando Borraz.

Para la segunda fase, las obras, que ya están en periodo de adjudicación, cuentan con un presupuesto de 237.948,19 euros. La inversión prevista permitirá actuar en el resto de espacios que albergan pinturas, es decir, los claustrillos, a los que se unirá la sala capitular y el priorato. Los trabajos se iniciarán el próximo mes de octubre y en total, afectarán a una superficie de 1.300 metros cuadrados. Al igual que en la primera fase, el trabajo se realizará de forma muy manual. De hecho, las cubiertas, de teja árabe, serán desmontadas a mano y en un principio, está previsto recuperar el 75% de las piezas existentes con el fin de recolocarlas tras su limpieza.

En total, esta segunda fase se prolongará durante cuatro meses y, a lo largo de su desarrollo, dará comienzo la tercera, que saldrá a licitación por 346.034,68 euros y que estará centrada en el gran claustro del monumento. En este caso, el objetivo es recuperar las cubiertas con el fin de preservar las "singulares bóvedas interiores", según detalló el arquitecto Daniel Zabala. La actuación incluirá además el desbroce del patio exterior de esta dependencia así como la renovación de los alabastros de unas 30 ventanas, que "están muy deterioradas y dejan pasar el agua de lluvia", indicó Sancho.

Hasta la fecha, incluyendo la compra, la DPH ha invertido en el enclave alrededor de 600.000 euros, es decir, una cantidad similar a la prevista para completar la restauración de las cubiertas restantes. Del conjunto, el mayor montante estuvo destinado a la primera fase de estas actuaciones (205.000 euros) así como a la reconstrucción del chapitel de la torre campanario (66.400 €). A todo ello, hay que sumar las labores de limpieza así como otros trabajos relacionados con el abastecimiento de agua, la carpintería exterior o la electricidad.Más de 600 visitantes

A través de estas inversiones, la Diputación Provincial de Huesca "cumple con los objetivos anunciados y además, como pretendíamos, conseguimos las primeras repercusiones económicas sobre la comarca de Los Monegros", tal y como advirtió la vicepresidenta de la institución.

De hecho, varias de las empresas adjudicatarias de las obras son del territorio y, entre otros ejemplos, también lo son el escultor responsable de los pináculos de los cimborrios, Pedro Ania, así como el colectivo de profesionales encargado de las visitas guiadas, Sueña Monegros. En este caso, el contrato con esta joven empresa ha sido renovado hasta el mes de diciembre y tras las necesidades observadas, el monumento se abrirá sábados y domingo con un nuevo horario, de 11.00 a 14.00.

La Diputación asumió el servicio de visitas guiadas cuando el Gobierno de Aragón dejó de prestarlo y durante los meses de julio y agosto, ha conseguido atraer a un total de 654 personas, que han podido apreciar los trabajos que se estaban realizando para recuparar las cubiertas deterioradas. En su mayoría, los visitantes han sido aragoneses de diferentes localidades de la comunidad, que han quedado "muy impresionados" con la envergadura y belleza del monumento, declarado Bien de Interés Cultural. Asimismo, entre otros, también han llegado personas procedentes de Cataluña, Andalucía, Asturias, Valencia, Madrid o Francia.