Estrellas fugaces y deseos en la noche laurentina

La Agrupación Astronómica de Huesca organizó una quedada para contemplar las perseidas.

Estrellas fugaces y deseos en la noche laurentina
Estrellas fugaces y deseos en la noche laurentina
Javier Broto.

Con una manta para tumbarse sobre el césped y algo de abrigo, porque las noches oscenses son casi siempre frías, por mucho que sea el mes de agosto. Ese es el kit necesario para disfrutar de la lluvia de estrellas que estos días puede contemplarse en el cielo nocturno. Las denominadas Lágrimas de San Lorenzo son las protagonistas desde este jueves y hasta el próximo lunes en el Centro Astronómico de Huesca, el Espacio 0.42, en el parque tecnológico Walqa.


La primera jornada de observación tuvo lugar este jueves, y en ese caso estaba organizada por la Agrupación Astronómica de Huesca, fuera de las instalaciones del Planetario, como llevan haciendo desde hace veinte años para estas fechas. “La idea surgió en el año 1997, motivada porque el cartel que se eligió para anunciar San Lorenzo representaba un cielo estrellado sobre el que se situaba la silueta de la catedral”, explican desde la asociación. En esa primera edición, el lugar elegido fue la ermita de Loreto, y es que para poder observar este fenómeno es necesario únicamente un punto con poca contaminación lumínica.


A simple vista y sin necesidad de usar telescopio, más de un centenar de oscenses, principalmente familias, se fueron tumbando sobre una de las zonas de césped del parque tecnológico para poder pedir sus deseos, como manda la tradición al ver pasar una de estas estrellas en movimiento, que arrancaban sonoros “ohhhs” cuando alguna de gran estela cruzaba el cielo.


Era el caso de Daniel Rivarés, Carla Salazar y la pequeña Desiré. “Es la primera vez que venimos, porque nos lo ha comentado mi hermana, que lo había visto en el programa de fiestas, y nos ha parecido una manera de pasar una noche diferente”, explicaba el joven. “Además es mi primer San Lorenzo en España y me resultaba muy curioso un acto así”, le secundaba Salazar, mientras a la pequeña le costaba mantener la atención sobre el cielo estrellado.


Aunque no era necesario su uso, incluso poco recomendado, para contemplar las perseidas, muchos telescopios se instalaron en la zona, aprovechando la velada para poder contemplar otros planetas y satélites. Era el caso de María Luisa Sarsa Sarsa, Ángel Rivera y Fernando Campos, aficionados a la astronomía hace varias décadas, que recomendaban las noches del 11 y 12 para poder contemplar el fenómeno con más claridad, y se apoyaban en un puntero láser verde para señalar con claridad en el cielo todas las constelaciones.


Además, Carlos Garcés explicó a los asistentes en qué consiste y por qué motivo podemos ver este fenómeno en esta semana del año. Uno de los momentos más curiosos se vivió en torno a las 23.15, cuando apareció en el horizonte la Estación Espacial Internacional, que los asistentes pudieron seguir en su rápido recorrido visible, y que como explicó el propio Garcés, se puede seguir a través de varias aplicaciones móviles especializadas en ello.


Junto a esta primera observación, totalmente gratuita, y organizada por la agrupación, desde el Centro Astronómico Aragonés se han organizado diferentes actividades con motivo también de este fenómeno que se extenderán hasta el lunes. Así, todos los días, a partir de las 22.30, habrá una pequeña explicación del fenómeno en el vestíbulo del centro, un taller de uso de un planisferio y después una observación del cielo a simple vista y después con telescopios.

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