Fraga presume de traje en una de las ediciones más multitudinarias del Día de la Faldeta

El desfile reunió a 2.000 personas en su estreno como Fiesta de Interés Turístico Nacional.

Desfile de niños y jóvenes por la avenida de los Reyes Católicos, aunque también se vieron una veintena de 'dones de faldetes' o yayas.
Desfile de niños y jóvenes por la avenida de los Reyes Católicos, aunque también se vieron una veintena de 'dones de faldetes' o yayas.
Patricia Puértolas

El Día de la Faldeta aprobó con nota su estreno como Fiesta de Interés Turístico Nacional. De hecho, mejorando las cifras de las últimas ediciones, el desfile sumó la participación de alrededor de 2.000 personas, que lucieron con orgullo las prendas de sus antepasados. A ellas, se sumaron cientos de visitantes, que llenaron las calles de Fraga.


De nuevo, la festividad, que tiene el objetivo de recordar los usos, costumbres y formas de vestir de los habitantes de la capital del Bajo Cinca, tuvo como eje central la representación de una boda tradicional. El primer acto se centró en la vestimenta de los novios, que fueron interpretados por los Peñeros Mayores, Javier Visa y Leyre Simón. A ella, que lucía el típico peinado de picaporte, le fueron colocadas siete faldetas y un mantón de Manila. Al novio, le remataron con pañuelo, sombrero y capa.


A su lado, interpretando el papel de yaya, estuvo Inmaculada Tiell, de Fraga, que, al igual que otras muchas mujeres, vistió las prendas típicas de las denominadas Dones de Faldetes. Así, con moño de rosca y ropajes oscuros, Tiell rindió homenaje a aquellas vecinas que nunca conocieron otra forma de vestir y que desaparecieron a finales del siglo XX. En su honor, se inició esta fiesta en 1977. "Para nosotras, es un orgullo recordar a nuestras abuelas y por supuesto, trasmitir a nuestros hijos la pasión por el traje fragatino", subrayó Tiell.


Al finalizar la vestimenta de los novios, el cortejo nupcial, que exhibió trajes de gala, faena o percal, desfiló hasta la iglesia de San Pedro. En su recorrido, animado por las rondallas locales, atravesó las estampas del casco histórico, en las que se recreaban antiguas tradiciones como el envasado de los higos o la elaboración de dulces típicos. Tras la misa, los novios fueron recibidos con peladillas y después, hubo retrato familiar y banquete.


Al estrenar la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional, el Ayuntamiento de Fraga hizo un esfuerzo con la incorporación de varias novedades, entre ellas, acotó el recorrido, colocó sillas para el público y ofreció visitas guiadas. "Nunca habíamos estado y me ha encantado.


Volveremos", afirmó María Pilar Rozas, de Bujaraloz, que formó parte de uno de los grupos de visitantes organizados. En total, más de 200 personas utilizaron este servicio. El alcalde de Fraga, Miguel Luis Lapeña, se mostró "muy satisfecho, especialmente por la implicación de todos los vecinos, que han contribuido luciendo nuestro traje tradicional y mostrando nuestras costumbres". "Son nuestro mejor reclamo", añadió. De cara a la siguiente edición, Lapeña apostó por ampliar la promoción en el exterior e introducir algunos elementos de modernidad como "la original proyección de imágenes celebrada durante la víspera".


Al acto, entre otros, acudieron el presidente de las Cortes, Antonio Cosculluela; la consejera aragonesa de Ciudadanía, María Victoria Broto; así como el que fuera presidente de Aragón, Santiago Marraco.

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