'Salvados' revoluciona Jánovas

Jordi Évole dedica su programa del domingo a retratar la injusticia del desalojo. Un ex alto cargo de Medio Ambiente denuncia las presiones a favor del embalse.

El preestreno del programa de Évole congregó en Jánovas a casi 50 periodistas.
El preestreno del programa de Évole congregó en Jánovas a casi 50 periodistas.
fernando paúles

La historia del embalse de Jánovas y del sangrante desalojo de cientos de personas no para de reescribirse. ‘Salvados’ le dedica su programa del próximo domingo y a través del testimonio de los afectados relata el triple drama vivido: expropiados en la dictadura, silenciados en la democracia y esperando todavía una restitución. Pero además, 15 años después de descartarse la construcción, el que fuera secretario general de Medio Ambiente, Juan Luis Muriel, denuncia las presiones recibidas entonces, por parte de los ministros Isabel Tocino y Jaume Matas, para dar marcha atrás a la declaración de impacto ambiental negativa. Le costó el cargo.


El presentador Jordi Évole organizó el domingo una fiesta para hacer un pase a los antiguos vecinos. Ayer lo repitió, acompañado del director de Antena de la Sexta, Mario López, y de algunos afectados que dan su testimonio, ante medio centenar de periodistas (la mayoría viajaron desde Madrid), quienes después del visionado recorrieron las calles invadidas por la ruina y la maleza.


Hacía 7 años que no había un preestreno de ‘Salvados’, "pero aquí nos hemos dejado el alma porque es de esas historias que quedan. No hay injusticia grande ni pequeña y esta, que afecta a poca gente, es universal", declaró Évole. Junto a él Jesús Garcés y Óscar Espinosa, descendientes de expropiados, confían en que la difusión de su historia a todo el país sirva para hacer cumplir las promesas: culminar el proceso de reversión de las propiedades y ejecutar las inversiones para la reconstrucción. Son los únicos que ya han empezado a levantar de nuevo sus casas, "porque queremos volver a vivir en Jánovas".


Entre los testimonios recogidos por Évole destaca el de Toni Garcés, el último niño nacido en el pueblo. Su familia resistió más de 20 años, cuando casi todos habían abandonado, pero en 1984 ya no pudo seguir aguantando la presión de Iberduero y de la administración.


Su salida de Jánovas fue en vano, como la del resto de afectados, pues en marzo del 2000 el secretario general de Medio Ambiente emitió una declaración de impacto ambiental negativa que descartó la posibilidad de construir una presa en el río Ara. Era la primera en este sentido que se hacía en España de un gran embalse. Sin embargo, no se publicó en el Boletín Oficial del Estado hasta once meses después.


Cómo suavizar el informe

El porqué lo explica Juan Luis Muriel. Entonces ya se habló de su salida forzada del Ministerio por este asunto, pero ahora lo explica en primera persona mientras pasea por Jánovas. Según cuenta ante las cámaras, las obras se iniciaron en 1993 "ilegalmente", sin informe ambiental. Detrás había intereses hidroeléctricos que confiaban en que se construiría "sí o sí", con un gobierno del PP o del PSOE. Sin embargo, él hizo caso a los técnicos, que tenían "muy claro" que la obra no debía autorizarse por las graves afecciones al río Ara. Según afirma, la ministra (Isabel Tocino) llegó a una conclusión parecida, "pero tenía muchas presiones" y le pidió "que los técnicos rebajaran el tono del informe".


"Me reuní con cuatro o cinco técnicos y les pedí que si se podía suavizar algo, me dijeron que no, que eso no había quien lo arreglara", relata. El director técnico puso su cargo a disposición del secretario general, e incluso sugirió el nombre de alguien "que podía ser más proclive a hacer un apaño". No solo no aceptó la dimisión sino que Muriel planteó la suya a Tocino. "Me dijo que guardara en un cajón el informe hasta que ella me dijera". La orden de enviarlo al Boletín Oficial del Estado llegó en la primavera del 2000, según él porque ya no iba a afectar al gobierno, pues en marzo había elecciones generales.


A Tocino le sucedió Jaume Matas. Este le pidió la retirada del informe negativo del BOE, con la excusa de un error, para poder darle la vuelta. El ex alto cargo va más allá y asegura que alguien aplazó la publicación en el Boletín, en referencia al ministro Francisco Álvarez Cascos. "Le expliqué a Matas las afecciones, lo que contravenía la legislación de Europa, del Estado y de Aragón. Me dijo que eso estaba muy bien pero que redactado de otra forma se podía hacer". Finalmente, se negó a dar marcha atrás y eso le costó el puesto. Ya no volvió a tener ningún cargo público y la declaración negativa salió publicada un año después. De no haber resistido, "aquí habría ahora un embalse", asegura.


Y si el programa se abre con el testimonio de Toni Garcés, lo cierra su madre de 88 años, a quien le gustaría que algún día alguien le pidiera perdón. "No he visto la justicia por ningún lado", lamenta, ya sin ganas de volver.

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