Huesca

Los trabajo de limpieza de malas hierbas saturaron las alcantarillas del polígono Sepes

El presidente de la Federación, Ignacio Almudévar, propone métodos de limpieza no mecanizados en la zona.

La tormenta del sábado por la tarde inundó decenas de bajos, garajes y locales comerciales de la capital oscense. Uno de los puntos en los que más se notó su acción fue en el polígono industrial Sepes, donde el agua “entró por el suelo en las naves y a través de los lavabos y los platos de ducha, además de por canaleras y tejados dañados”, señala el presidente de la Federación de Polígonos Industriales de Huesca, Ignacio Almudévar. Se trata, como asegura, de problemas particulares de cada local. Sin embargo, detectaron también que las alcantarillas se encontraban, como dice “saturadas”, sin que fuera posible que asimilaran la gran cantidad de agua que cayó en tan solo diez minutos.


Como explica, de no haberse llevado a cabo las obras para la canalización del área 13, las consecuencias para esta zona industrial “hubieran sido fatales”. Uno de lo edificios que más lo ha notado ha sido, como asegura, el matadero. Sin embargo, la alcantarilla situada en la calle Artes Gráficas no funcionó como debiera, llegando el nivel del agua en la zona, en determinados puntos, a los 5 centímetros y a arrastrar de las naves materiales como palets. “Hemos tenido mala suerte, ya que la semana pasada se limpió la zona de hierbas y la alcantarilla se ha tapado con restos de materia vegetal. Si la tormenta hubiese durado un poco más, hubiese sido nefasto”, afirma Almudévar.


Recomienda al Ayuntamiento oscense que proceda a realizar estas operaciones de desbroce utilizando otros métodos distintos a los mecánicos, como herbicidas, con el fin de que este tipo de restos no obstruyan los desagües. Llama la atención, por otro lado, sobre la necesidad de sanear la salida del polígono La Magantina en la zona del barranco de Diablo e insta además a la CHE a que proceda al arreglo del terraplén que se encuentra junto a la nave de Cehusa, cuyos responsables se han visto obligados a instalar elementos de protección ante el temor de que se venga abajo.