Atracón de melón, jamón y autoestima

La Fiesta del Comercio repartió 4.000 almuerzos y rindió homenaje a José Luis Compairé por los 97 años que lleva abierto ya su negocio familiar.

Las mairalesas repartieron las 4.000 raciones de melón y bocadillos de jamón.
Las mairalesas repartieron las 4.000 raciones de melón y bocadillos de jamón.
Pablo Segura

La ciudad de Huesca volvió a despertarse este sábado al son de la música de los Danzantes, pero esta vez los protagonistas fueron los pequeños comerciantes, que se dieron un atracón de melón y jamón repartiendo 4.000 almuerzos, pero sobre todo de autoestima poniendo en valor la lucha y el trabajo diario de empresarios como José Luis Compairé, que recibió un emotivo homenaje como reconocimiento a los 97 años que lleva abierto su negocio familiar dedicado ahora a Farmacia y Perfumería.

En una mañana calurosa y soleada, miles de oscenses quisieron participar un año más de la Fiesta del Comercio. José Luis Compairé subió al escenario de la plaza de López Allué muy emocionado, como denotaban las lágrimas que afloraban tras sus gafas de sol. Y de hecho, tuvo que dejar que uno de sus hijos, Alberto, leyera el discurso que había preparado. En él, agradeció "de corazón" a la asociación por haberse acordado de él, pero también lo quiso extender a su familia y a sus amigos, "y a todo el mundo que nos ha acompañado en este largo trayecto y que ha hecho posible que llevemos 97 años luchando y ofreciendo servicio a esta ciudad, porque ha sido y es una satisfacción poder atender y orientar en lo que podemos y sabemos a todos los clientes".

Una saga que comenzó en 1921 su abuelo, el ilustre fotógrafo Ricardo Compairé, un pionero que "montó un pequeño ‘Corte Inglés’ en Huesca con cuatro secciones de farmacia, droguería, perfumería y fotografía".

José Luis Compairé quiso resaltar, además, que en los pequeños establecimientos como el suyo "no hay tan solo un intercambio comercial con los clientes, porque de la convivencia del día a día surge un enriquecimiento humano y personal y un intercambio de buenos valores con mayúsculas, y me siento muy honrado por todo lo que he recibido". Por último, admitió estar "muy orgulloso" de ser oscense "porque esta ciudad tiene entre sus vecinos gente buena, cercana y sencilla, todo un tesoro".

Por su parte, Isabel Claver, presidenta de la Asociación de Comerciantes, destacó la "sencillez, simpatía, honradez y profesionalidad que siempre han caracterizado a José Luis, anteponiendo a cualquier otro objetivo el servicio al público y la atención humana". Y también hizo hincapié en que su ejemplo es similar al de muchos otros comerciantes "que han luchado toda su vida por sus negocios haciendo de Huesca una ciudad querida y entrañable para todos, y él es un digno representante de todas esas personas, luchadoras, trabajadoras y orgullosas de su ciudad".

A sus 72 años, José Luis Compairé tiene garantizado ya el relevo con la cuarta generación ya que sus dos hijos, Ignacio y Alberto, han seguido sus pasos como farmacéuticos y ya aspiran a celebrar dentro de poco el centenario. Uno de ellos, Ignacio, afirmó tener "muchas ganas e ilusión de seguir con el negocio como lo ha llevado mi padre y mi familia y de seguir hacia adelante cuanto más tiempo mejor".

El alcalde de Huesca, Luis Felipe, que fue el encargado de colocarle una parrilla de plata como recuerdo, valoró la importancia del comercio familiar "que hace ciudad, genera empleo y muestra compromiso como la familia Compairé en este acto a los que todos felicitamos y agradecemos el trabajo bien hecho".

Luis Felipe, además, quiso aprovechar el acto para destacar la gran afluencia de público que se vio en el chupinazo del día 9, en la procesión del día 10 y en la Fiesta del Comercio de este sábado. "San Lorenzo siempre son unas fiestas buenas, participativas, acogedoras e intergeneracionales porque las hace la gente de Huesca, que ocupa las calles, plazas y ese es el éxito", manifestó.

Tras el homenaje, las mairalesas, con la ayuda de sus familiares, de los propios comerciantes y de las brigadas municipales, repartieron miles de raciones de melón y bocadillos de jamón. Además, la Asociación Celíaca Aragonesa también colaboró para que los intolerantes al gluten no se quedaran sin almorzar.

Los oscenses guardaron fila pacientemente, pero también visitantes de fuera que se encontraron por sorpresa con esta fiesta, como Cristian Cofré y Camila Di Domenico, una pareja chilena que reside en Lérida y que habían viajado a la provincia de Huesca a escalar. "En la Oficina de Turismo nos han dado el programa y la pañoleta y hemos decidido quedarnos porque nos han dicho que había melón, jamón y cerveza gratis. En Chile hacen cosas similares con fiestas en la calle así que es como estar en casa", dijeron mientras hacían cola.

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