Una receta de amor contra el cáncer

Vanessa Bartolomé ha vivido tres vidas en menos de dos meses. Hasta el pasado 9 de junio, la normal de una joven oscense de 29 años, casada y madre de un niño de 2. El 10 de junio todo se quebró. Acudió a Urgencias del hospital San Jorge con un malestar general y se le diagnosticó leucemia mioloide aguda. Desde entonces, ingresada y aislada, se ha enfrentado a la enfermedad con el apoyo infinito de sus familiares y amigos. Estos le han dedicado un videoclip para darle fuerzas que se está convirtiendo en viral.

La tercera vida de Vanessa comenzó este lunes, cuando le comunicaron que han encontrado un donante de médula ósea que puede servir. Se abre un nuevo amanecer para la joven, que desde su habitación anima a los oscenses a colaborar en la lucha contra la leucemia y ofrece a través de las redes sociales la información y el ejemplo para dar el paso. El vídeo, con la canción “Tú eres la vida” de Maldita Nerea, pretende concienciar a la gente. “Es uno de mis grupos favoritos y la canción es una receta de amor para luchar contra el cáncer. En 2015 fue el himno de un proyecto y un concierto solidario organizados por la Asociación Española Contra el Cáncer”, explica Vanessa.

La joven acudió a San Jorge porque llevaba unos días con las encías inflamadas, le habían aparecido bultos en el cuello y la noche anterior le salieron manchas en las piernas y el vientre. “Fui sola, pensando que no sería nada...”, recuerda. El 10 de junio ingresó y permaneció durante un mes durante el que se le suministró la primera tanda de quimioterapia, “diez bolsas en siete días sin descanso”. Tras recibir el alta se le volvió a ingresar y ha cumplido ocho jornadas de este segundo ciclo endulzadas por la buena noticia de ayer.

Durante este tiempo, Vanessa ha conocido muy de cerca la situación de los donantes de médula en la capital oscense y el panorama es poco halagüeño. “Mientras se desarrolló la historia mediática de Pablo Ráez, aquel chico de Málaga, hubo algún donante pero en Huesca la situación se encuentra muy parada, y durante estos meses los únicos donantes han sido familiares míos”, lamenta. Por eso quiere concienciar a la gente de que “es muy sencillo, y con un simple análisis de sangre puedes salvar vidas. Hay que saber empatizar, y quién sabe cuándo tú o alguno de los tuyos puede estar al otro lado”.

En todo caso, Vanessa confía en el poder de las redes sociales: “La gente a mi alrededor sí que se ha implicado y ya están preparados para ir a hacerse donantes después de las fiestas de San Lorenzo”, celebra. “Sé qué gracias a Facebook nos estamos movilizando y conseguiremos que haya donantes, seguro”, añade. Y afronta la enfermedad “ positiva, fuerte y con ganas”.

El miedo no desaparece, pero se convive con él. La joven recuerda el día que ingresó en Urgencias: “No entiendes por qué a ti, qué es exactamente la leucemia, qué tipo tienes, si me voy a curar... Son mil preguntas, pero la única que supe hacer en ese momento era si me iba a morir”, rememora. El jefe de Hematología del hospital le respondió que “a partir de ese momento tenía que ser muy fuerte de cabeza, y que es una enfermedad tratable y curable, así que desde ese momento me volví fuerte, y a día de hoy puedo decir que no creo en la suerte, que hoy más que nunca creo en mí, en mi fuerza y en mi actitud”.

Comparte con su familia esta manera de afrontar la situación y considera que forman parte de “un equipo, y si yo estoy bien ellos también lo están, y gracias a ellos tengo esa fuerza necesaria para ir ganando cada batalla de esta guerra”. Vanessa se identifica con la letra de Maldita Nerea: “Ninguna estrella está sola, ni deja de brillar. Aunque el silencio y las horas quieran hacerla llorar. Llenas de luces las sombras, callas la soledad. No eres el miedo que ahoga, eres la vida que das”.