Salen a concurso por fin las obras para liberar los ábsides de San Pedro tras 20 años de espera

El Ayuntamiento de Huesca licita por 180.000 euros el esperado proyecto que permitirá luego al Gobierno de Aragón continuar con la restauración del monumento

Se van a demoler las edificaciones que ahora están adosadas a los ábsides
Se van a demoler las edificaciones que ahora están adosadas a los ábsides
Ayuntamiento de Huesca

Han pasado dos décadas desde que el Ayuntamiento de Huesca inició las gestiones urbanísticas para facilitar la liberación y posterior restauración de los tres ábsides de la iglesia de San Pedro El Viejo, y por fin han salido a licitación las obras de demolición. Una vez ejecutadas, el Gobierno de Aragón tomará el testigo para avanzar en la rehabilitación de este Monumento Nacional que se quiere incluir en una ruta cultural y turística de los tres panteones reales de la Comunidad junto a San Juan de la Peña y Santa María de Sijena.

El proyecto, que ha salido a concurso por un importe de 178.567 euros, incluye por un lado la demolición parcial del edificio ubicado en el nº 27 de la calle Ramiro el Monje, que data de 1888 y que tiene la particularidad de estar adosado en su parte trasera a los ábsides de la iglesia y construido sobre el Panteón Real donde descansan los restos de Ramiro II el Monje, Alfonso I el Batallador y el infante don Fernando, abad de Montearagón.

Del presupuesto total, hay una partida de más de 11.000 euros destinada a acondicionar la vivienda que hay en la primera planta de este inmueble, que está habitada actualmente por la propietaria del edificio, ya que con la demolición perderá parte de sus estancias, por lo que se tienen que realizar determinadas obras para instalar un dormitorio, un baño y una cocina nuevas.

El plazo de presentación de ofertas está abierto hasta el 29 de julio, por lo que es previsible que las obras arranquen en septiembre. Y teniendo en cuenta que el plazo de ejecución es de cuatro meses, estarían concluidas a finales de año o principios de 2019.

El Ayuntamiento de Huesca completará así unos derribos que inició en 2001 y que han sido posibles tras la expropiación de cinco viviendas de la parte trasera de la calle de Ramiro el Monje por las que las arcas municipales han pagado un millón de euros.

Eduardo Cuello, presidente de la Asociación de Obreros de San Pedro, que trabaja para difundir la importancia de este monumento que el año pasado celebró por todo lo alto su noveno centenario, valora que por fin se dé este paso necesario.

Explicó que la actuación del Ayuntamiento permitirá derribar las edificaciones que en el siglo XIX realizaron ampliaciones "apropiándose" de espacios del monumento. Según Cuello, este "poco respeto" que se tuvo en su día hacia San Pedro ha impedido realizar restauraciones y atajar los problemas de humedades que sufren estos espacios. Y es que las evacuaciones de agua de las cubiertas han generado problemas de conservación de la fábrica que ya en su día obligaron a realizar una intervención financiada entre la DGA y la parroquia.

Una vez liberados los ábsides, el departamento de Cultura del Gobierno aragonés ya tendrá vía libre para continuar con los trabajos de restauración "y devolverle la integridad física y el aspecto que tuvo en su día", afirmó Cuello, quien recordó el "compromiso" que ha adquirido el actual Ejecutivo autonómico con los panteones reales.

También espera que ese proyecto incluya un estudio de arqueología para llegar al nivel original de la iglesia, a unos dos metros de profundidad.

Otras reivindicaciones

La Asociación de Obreros de San Pedro está pendiente ahora de una reunión con el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, para trasladarle la necesidad de acometer "una restauración total del monumento, como su dignidad y valor exigen".

En este sentido, reclaman también la reparación de las canaleras que vierten al tejado del claustro ya que su orientación y escasa capacidad provoca que el agua llegue hasta algunos de los capiteles románicos, que están perdiendo los relieves por efecto de la erosión.

Además, piden recuperar todas las capillas del claustro, poner en valor la tumba del Padre Huesca (un erudito del siglo XVIII) y recobrar alguno de los capiteles originales que están en el Museo.

También quieren que se abra un acceso desde la calle Cuatro Reyes distinto al de los fieles para no interferir en el culto y que haya una zona de recepción con un espacio explicativo sobre la historia y evolución del monumento para los visitantes. "Porque lo que no puede ser es que se acceda por la puerta de la iglesia, donde hay un mostrador en condiciones muy precarias", lamentó Eduardo Cuello.

Curiosos atraídos por la novela de Javier Sierra

Los 19.000 visitantes que recibe cada año San Pedro el Viejo se están viendo incrementados desde la publicación de la novela del escritor turolense Javier Sierra, ‘El fuego invisible’, premio Planeta 2017, que está inspirada en parte en la historia de este monumento. Y es que, según Eduardo Cuello, hay muchos curiosos que están llegando preguntando exactamente por el tímpano de la Adoración ubicado sobre la puerta de acceso a la iglesia desde el claustro ya que, según la teoría de Javier Sierra, la copa que está entregando Melchor al Niño Jesús es una de las primeras representaciones del Grial. "Todas estas cosas hay que aprovecharlas para potenciar el valor de nuestro patrimonio", opina el presidente de la asociación.

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