Cámaras de vigilancia alertarán de las crecidas en 18 barrancos turísticos del Pirineo y Guara

El innovador sistema, que hace un seguimiento del caudal y evalúa el riesgo, se aplicará este verano. Se trata de un proyecto hispano-francés que ya se experimentó en 2017 en el Alto Gállego.

El guía Miguel Delgado, en el barranco Os Lucas (Orós Bajo), en trabajos de mantenimiento.
El guía Miguel Delgado, en el barranco Os Lucas (Orós Bajo), en trabajos de mantenimiento.
Miguel López

El barranquismo es una práctica deportiva que gana adeptos cada año. Uno de los peligros de esta actividad es el rápido aumento del caudal en los estrechos. Para minimizar este riesgo, 18 cañones turísticos del Pirineo y la sierra de Guara estarán vigilados a partir del verano por cámaras que alertarán de las crecidas. El innovador sistema está promovido por la Asociación Europea de Cooperación Territorial Espacio Portalet, formada por el Gobierno de Aragón y el departamento francés de Pirineos Atlánticos, y cuenta con la colaboración de las federaciones de Montaña y Espeleología de las dos vertientes.

El seguimiento de los caudales se hará a través de unas cámaras de fototrampeo colocadas en puntos estratégicos para facilitar el acceso visual al caudal. Al mismo tiempo se colocarán regletas de hasta 2 metros de altura que permitirán medir el aumento. Esta información, a través de una red de guías colaboradores, se trasladará a una página web, donde se podrán ver las imágenes, accesibles tanto para los profesionales como para los usuarios. En ella figurarán unos mensajes, ‘precaución’, ‘precaución extrema’ o ‘no recomendado’, en función del estado de cada uno, aunque la metodología todavía está por acabar de perfilar.

El sistema se engloba en el proyecto de cooperación transfronteriza Inturpyr, que busca crear un destino turístico en los Pirineos, fomentando la innovación y la investigación, cofinanciado al 65% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional a través de un programa Poctefa. Una de sus iniciativas es la creación de una red de barrancos turísticos, para la que se han elegido 8 en Francia y 10 en Aragón. De estos, hay dos en cada una de las cuatro comarcas pirenaicas y otros dos en la sierra de Guara. La edición de mapas y guías, aplicaciones para dispositivos móviles y campañas para mejorar la seguridad y educar en la prevención de riesgos en la montaña son otras de las propuestas de Inturpyr.

Operativas desde julio

Las cámaras ya se han adquirido y estarán operativas en julio. Cuentan con un sistema de tratamiento y transmisión de la información, así como de visibilidad de los datos desde cualquier dispositivo para la gestión del usuario. La comunicación no es sencilla, ya que en espacios tan angostos proliferan las zonas de sombra.

Esta no es la primera acción en la red de barrancos del Inturpyr. De hecho, ya se colocaron dos cámaras en fase de prueba en los del Alto Gállego, Gorgol y Os Lucas. También se hicieron trabajos de limpieza y mejora de las instalaciones: desbroces, cortes y retirada de troncos que obstaculizaban el paso, reequipamientos de anclajes y sirgas...

El sistema se utiliza en los Alpes, pero apenas se ha ensayado en España. Las pruebas realizadas en el Gorgol en 2017 permitieron registrar crecidas de 1 metro en poco tiempo tras una tormenta, explica Santiago Fábregas, director del Espacio Portalet que lidera el proyecto. Añadió que también se piensa en mejorar la señalización en los accesos a los cañones con información de  sus características, desniveles o épocas recomendables para el descenso.

Los vigilantes de los cañones

Figura fundamental de esta iniciativa es la del guía prescriptor, encargado del mantenimiento y la seguridad. A través de un concurso público, se seleccionó a dos por cada una de las ocho zonas. Estarán al tanto de la información de las cámaras e introducirán observaciones en la web, referidas a la rotura de una sirga o a la aparición de obstáculos.

Uno de estos vigilantes es Miguel Delgado, de la empresa de guías Pirineos Blancos. "La gente se preocupa mucho por los caudales, nuestros clientes nos lo consultan constantemente en internet", señala. Los guías de cada zona son los que mejor conocen las características de sus cañones y están ayudando a perfilar la metodología de trabajo, en función de distintos parámetros, como el tiempo que tardan en desaguar tras una crecida. Desde el año pasado él y su compañero se encargan del acondicionamiento del Gorgol y Os Lucas, en el Alto Gállego, y del seguimiento de las cámaras instaladas aquí de forma experimental. La principal dificultad, afirma, es la cobertura. El pasado fin de semana estuvieron reforzando y revisando instalaciones y colocando señalización.

Las cámaras de vigilancia llegan en una temporada que ha tenido un inicio "complicado" por la abundancia de lluvias y de nieve que se funde en el deshielo. "Muchos barrancos que se podían hacer en este época, este año van muy fuertes. Está siendo más difícil que otros", reconoce Álex Castro, de la Asociación de Guías de la Sierra de Guara.

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