Los embalses frenan la avenida del Cinca y evitan desbordamientos

Las tormentas dejaron hasta 148 litros en algún punto del Pirineo en una sola noche, y además había alerta por deshielo.

El parque de Huesca se convirtió en un estanque. Los patos del parque Miguel Servet confundieron este domingo los charcos formados en la zona verde con un estanque, para diversión de los viandantes. El agua hizo impracticable el acceso por Vicente Campo debido al embalsamiento por la lluvia.
El parque de Huesca se convirtió en un estanque. Los patos del parque Miguel Servet confundieron este domingo los charcos formados en la zona verde con un estanque, para diversión de los viandantes. El agua hizo impracticable el acceso por Vicente Campo d
Rafael Gobantes

Las peores previsiones de crecida de los ríos del Pirineo no se confirmaron y, a pesar de las intensas precipitaciones caídas la noche del sábado al domingo, con más de 100 litros en algunos puntos, no hubo desbordamientos en las cuencas del Cinca, el Ésera y el Alcanadre, las más amenazadas por el episodio de lluvias y deshielo.

Según la Condeferación Hidrográfica del Ebro, los aumentos de caudal se situaron por debajo de los umbrales de inundaciones. "Son altos pero dentro de la normalidad teniendo en cuenta la época del año", aclaró. El momento crítico fue la madrugada de este domingo. En el Alto Cinca, la lluvia dejó más de 100 litros por metro cuadrado. En concreto, en el valle de Pineta (Bielsa) la estación del parador de Monte Perdido recogió 109 litros, y la del refugio llegó a 148. En la cuenca del Ésera destacan los 73 l de Campo y en el Gállego, los 60 de Aineto. El norte de la provincia de Huesca estaba en alerta por riesgo importante de lluvias, pero lo peor pasó y la Aemet retiro el aviso.

El alcalde de Bielsa, Miguel Noguero, confirmó que, pese a la tromba de agua, no hubo que lamentar daños. Eso sí, lamentó que la colmatación de sedimentos en el embalse de Pineta haya anegado las fincas de pastos. "La empresa no hace el mantenimiento y se produce un efecto tapón", explicó.

La crecida del río Cinca quedó atenuada, según la CHE, por los embalses de Mediano y El Grado. El punto más delicado era la ciudad de Fraga, donde se sumaban las aportaciones del Ésera y del Alcanadre, este último sin regular, aunque finalmente se descartó que pudiera haber desbordamientos. Tanto esas presas como la de Barasona llevan varios días desembalsando para tener volumen de resguardo ante posibles avenidas.

El Ayuntamiento de Fraga recibió un aviso del 112 informando de que las previsiones se quedaban por debajo del umbral máximo. Según explicó su alcalde, Miguel Luis Lapeña, lo fuerte iba a llegar en la madrugada del domingo al lunes, sobre las 3.00, pero con máximos de 550 metros cúbicos/segundo, una cifra que no conlleva afecciones graves.

El episodio de lluvias, con alerta además por tormentas y deshielo, amenaza desde el viernes con provocar crecidas "extraordinarias" y ocasionar problemas en los municipios de ribera, aunque finalmente, en buena parte por la laminación de los embalses, la avenida se quedó en ordinaria. Sí causó afecciones menores. En la localidad de Capdesaso, un rayo hizo un agujero en el tejado del centro social el sábado por la noche durante la tormenta. El rayo se coló en el circuito eléctrico y salió por el tejado. El local estaba vacío y no hubo que lamentar daños personales.

Por otra parte, los 30 litros caídos en la ciudad de Huesca han dejado impracticable una parte del parque Miguel Servet, al formarse un gran charco en la entrada de la calle Vicente Campo. Precisamente, el Ayuntamiento está acometiendo obras de drenaje en el acceso desde la avenida Juan XXIII y de reurbanización de los viales.

Nieve, rayos y granizo

Además del agua, los rayos y el granizo, sin daños de consideración, también han sido protagonistas el fin de semana. Y para rematar, la nieve, que apareció este domingo al mediodía en localidades como Canfranc o Benasque. En cotas altas se acumularon espesores importantes: 19 centímetros en el refugio de Góriz y 15 en el Ángel Orús. También llegó al valle de Pineta. Ruth Polo, gerente del restaurante ‘El canguro truchero’, situado al pie del embalse, comentó que "hemos tenido de todo, agua, nieve y granizo". Las previsiones de mal tiempo se han notado en el turismo, flojo pese a ser un puente de cuatro días.

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