Los primeros militares encargados de reabrir el cuartel ya están en Huesca

La unidad avanzada que acondicionará las instalaciones para acoger a entre 600 y 700 efectivos está trabajando desde primera hora de la mañana

Algunos militares de los que forman la unidad avanzada entrando al cuartel
Algunos militares de los que forman la unidad avanzada entrando al cuartel
Verónica Lacasa

Tal y como anunció el Ministerio de Defensa, el día 2 de enero de 2018, un año después del cierre, se ha reabierto el cuartel Sancho Ramírez de Huesca. Desde primera hora de la mañana, un grupo de militares está trabajando en el acondicionamiento de las instalaciones para recibir al grueso de la tropa. La entrada y salida de personal es ya visible. Según indicaron fuentes militares, en el primer día laborable del año, todos los integrantes de la unidad de servicios avanzada se encuentran operativos en la capital oscense.

Huesca vuelve así a tener un papel destacado en el mapa militar español, gracias a la decisión del Ministerio de Defensa de reabrir el Sancho Ramírez. Y lo hace reforzando incluso el papel de este acuartelamiento, hasta el punto de que se triplicará el personal.

Los primeros efectivos encargados de volver a acondicionar las instalaciones que fueron clausuradas el 31 de diciembre de 2016 se encuentran ya en su puesto. Se trata de una unidad avanzada formada por unos 30 militares que vienen en comisión de servicios y cuyo papel es preparar el acuartelamiento para la llegada del cuartel general de la División Castillejos, una de las dos del Ejército de Tierra, actualmente con base en Madrid. Al frente de la misma se encuentra el general de división Fernando García González-Valerio, quien en una entrevista concedida a HERALDO confirmó que el traslado del cuartel general se hará en un breve plazo de tiempo. Antes, se activarán, ya a principios de año, la unidad de servicios y el centro de comunicaciones.

La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, en una visita que realizó a Huesca el 15 de diciembre, anunció que en el recinto militar se ubicarán, además del batallón del cuartel general, un batallón de transmisiones, un centro de comunicaciones y una unidad de servicios de nueva creación llamada Sancho Ramírez. En total, entre 600 y 700 militares, que se trasladarán a Huesca a lo largo de 2019 y 2020.

Previamente, y ahí comienza la misión de la avanzadilla que se ha incorporado este martes, se deberán acondicionar las instalaciones. María Dolores de Cospedal confirmó una inversión de 10 millones de euros para poner a punto el edificio, después de doce meses sin actividad, y para reformarlo de acuerdo a las necesidades de los nuevos inquilinos.

A esta inversión se suma la compra de terrenos para la ampliación de las instalaciones, de la que se encarga el Ayuntamiento. Defensa requiere 8 hectáreas, situadas en la parte trasera del cuartel. Una parte es propiedad municipal, pero 3,3 hectáreas están en manos de particulares, con los que el alcalde está negociando la compra, valorada en 1,6 millones de euros y que aportará el Gobierno de Aragón.

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