Nueve cajas de madera impregnadas con una cera especial se sitúan en diferentes puntos de la ciudad de Huesca, con el fin de que las abejas encuentren en estas cavidades el lugar perfecto para establecer su hogar, y minimizar así las problemática que pueden acarrear cuando lo hacen en edificio privados o en zonas muy transitadas. Los bomberos de la ciudad son los encargados de la supervisión de estas cajas, que denominan 'caza enjambres’. "Se trata de la primera vez que llevamos a cabo este plan, de carácter preventivo y a modo experimental, dentro de nuestro servicio de recogida de enjambres, y con el fin de ver si es un método eficaz para el futuro", explica Daniel Muñoz, inspector jefe del Parque de Bomberos de Huesca.

Este parque lleva varios años especializado en la recogida de enjambres, gracias al conocimiento sobre la materia que poseen algunos de los integrantes del servicio. Estos efectivos han estudiado las diferentes intervenciones de años anteriores, y otros trabajos relacionados con la apicultura a la hora de elaborar el plan que se llevará a cabo en estos días. “En el momento de la floración, las abejas comprueban que hay alimento en abundancia y de las colmenas parten enjambres que buscan establecerse en otro sitio. Por esta razón, habrá unas semanas de mayor actividad al respecto”, subraya.

En función de los lugares donde se actuó con anterioridad y que llevan a pensar que existe una colmena madre en sus inmediaciones, se han establecido los puntos de colocación de estas cajas, de unos 50 centímetros y de madera. Un árbol en el parque Miguel Servet, una pared próxima al entorno del cuartel de la Guardia Civil o unas ramas en la calle de Martínez de Velasco son algunas de las situaciones elegidas. “Esta claro que no es una ciencia exacta, en el sentido de que podemos colocar la caja y que ellas elijan instalarse en otro punto cercano, aunque para evitarlo están impregnadas de una serie de sustancias que las hacen más atractivas para los animales”, puntualiza Muñoz.

Desde el grupo de bomberos se explica que retirar el enjambre puede solucionar el problema durante un día, pero localiza el panal de donde parten e intentar trasladarlo supone la erradicación. “Retiramos los enjambres, pero nuestro fin es encontrar el punto de origen y a partir de allí intentar trasladar la abeja reina, porque eso hace que el resto la sigan”, aclara Muñoz.

Hasta el próximo 30 de junio, varios miembros del parque oscense revisarán a diario cada una de las nueve cajas, con el fin de controlar el establecimiento de las abejas allí. En el caso de que se produjera, se actuaría en función de la Ley 42/2007 del 13 de diciembre, dedicada al Patrimonio Natural y la Biodiversidad, que garantiza el bienestar de los animales. Así, si las cajas son ocupadas, se trasladan a un grupo de apicultores, que trabajan habitualmente con el parque de bomberos, y que se encargan de su cuidado en una granja próxima.

El procedimiento es similar al llevado a cabo cuando los grupos de abejas se encuentran instalados en otros edificios. En esos casos se intenta también respetar las agrupaciones de abejas y trasladarlos en la mayor medida posible, intactos a otras ubicaciones, donde puedan ocuparse de ellos los apicultores.

Los bomberos son conscientes de la alarma que puede ocasionar la presencia de enjambres y panales, por ello lanzan un mensaje de tranquilidad. "Cuando están buscando establecerse, las abejas no pican. Su prioridad es proteger a la reina y si una pica es un soldado menos para cuidarla. Otra cosa sería que te acercaras al panal cuando ya están establecidas y te perciban como un peligro", aseguran. Al mismo tiempo, recuerdan que en el teléfono 974225500 se atenderá cualquier problema derivado de ellos.