El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Jaca tiene casi concluida la fase de investigación del crimen de Naiara Abigail Briones Benítez, la niña de solo 8 años que falleció en Sabiñánigo en julio de 2017 después de una brutal paliza a manos de su tío político, Iván Pardo Pena, de 33 años, como castigo por no saberse la lección. Por ello, la Fiscalía espera que "en breve y con carácter inmediato" proceda ya a la incoación del tribunal del jurado, tal y como le pidió hace ya unos meses argumentando que existían "indicios suficientes" de asesinato. De ser así, el juicio podría celebrarse en la primavera de 2019.

Fuentes judiciales informaron este miércoles de que actualmente se está a la espera de que tanto el juzgado jaqués como la Audiencia Provincial de Huesca resuelvan los recursos -de reforma en el primer caso y de apelación en el segundo- tras la solicitud de varias pruebas por parte de ambas partes.

Así, por ejemplo, la acusación particular que ejerce el padre biológico de la niña, Manuel Adolfo Briones, que llevaba 5 años sin tener contacto con su hija al vivir en Chile, insiste en pedir la imputación como investigada de la madre de Naiara, Mariela Benítez. En sus escasas apariciones públicas, ella siempre ha negado que su cuñado tuviera "manía" a la niña y que fuera maltratada en casa. "Yo creo que hubo un momento en que mi cuñado perdió la cabeza y Naiara estaba en el sitio equivocado", afirmó.

Mientras, la defensa de la abuelastra y del padrastro de Naiara también han pedido que testifiquen vecinos de la familia, una solicitud a la que se ha opuesto la Fiscalía oscense ya que considera que estas personas tienen un escaso conocimiento de los hechos y actuarían con "falta de objetividad e imparcialidad".