El heliesquí todavía está pendiente de autorización en Aragón

Una empresa solicita permiso al Inaga para realizar esta actividad, que ya lleva años practicándose en el valle de Arán

Un esquiador se desliza por la nieve en la estación de Formigal.
Un esquiador se desliza por la nieve en la estación de Formigal.
Aramón

El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) deberá decidir si por primera vez una empresa obtiene autorización en Aragón para la práctica del heliesquí. El traslado de esquiadores en helicóptero lleva años haciéndose en el valle de Arán y Andorra, hasta donde se extendió desde Estados Unidos, Suiza o Italia. Sin embargo, en otros países está prohibido o sometido a una estricta normativa.

La empresa Altituderides es la primera que ha solicitado permiso en Aragón. Después de varias negativas de los servicios provinciales del departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, finalmente el Gobierno de Aragón ha decidido que la tramitación se realice a través del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga).

"El heliesquí lleva 20 años practicándose en otras zonas del Pirineo, pero no en Aragón", afirma Pablo Irigoyen, socio de Altituderides junto a Luis Álvarez. Ellos empezaron con el negocio del helibike dada su afición a la bicicleta y aprovechando que uno era piloto. En 2015 se fijaron en las experiencias de países como Nueva Zelanda o Canadá, pues en Europa existía un vacío, hasta el punto de que tuvieron que traer de Norteamérica el portaesquís y homologarlo.

Esta fue la empresa que invitó a Calleja a promocionar el helibike. Según Pablo Irigoyen, el atractivo de esta actividad radica en la combinación de la experiencia del vuelo con la afición por la bici. «Permite acceder a sitios donde andando hay que cargar la bici una o dos horas. Nuestro público ahora es español y francés, pero estamos hablando con agencias de Canadá y Estados Unidos para organizar viajes de una semana», dice Irigoyen. Respecto al impacto ambiental, él cree que el verbo a conjugar es "regular, no prohibir".

El siguiente paso que quieren dar es el heliesquí, inexistente hasta ahora en el Pirineo aragonés. Desde 2010, opera en el valle de Arán la empresa Pyrenees Heliski. Su gerente, Sergi Gasa, habla de los numerosos obstáculos legales a superar, empezando por los permisos de Aviación Civil, especiales al ser un transporte de viajeros en un medio hostil. Respecto a los de tierra, una empresa auditora estableció los baremos de calidad. «Es muy complejo», afirma. Está condicionado, entre otras cosas, a la cantidad y calidad de la nieve. Ellos cuentan con un nivólogo que marca los itinerarios seguros.

Clientes extranjeros

El heliesquí, aclara Sergi Gasa, no consiste solo en que el helicóptero deje en las cumbres al esquiador para que este se deslice por terreno fuera de pistas. "La actividad termina cuando el aparato ha recogido a todo el mundo y lo devuelve a la base. En todo momento está pendiente de la seguridad". Los principales clientes son extranjeros que hacen entre 3 y 5 días.

En su caso es el Consell General del Valle de Arán el que ha dibujado el mapa con las zonas restringidas, atendiendo al impacto sobre especies amenazadas como la perdiz nival o a la prohibición de sobrevolar espacios protegidos. Además, son los ayuntamientos los que deben dar luz verde a los puntos de aterrizaje.

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