Los gigantes de Barbastro se ponen guapos

Se ha restaurado la cara de los reyes, que también han pasado por la modista, el orfebre y la peluquera.

Los restaurados gigantes de Barbastro, este jueves durante su presentación.
Los restaurados gigantes de Barbastro, ayer durante su presentación.
José Luis Pano

La reina de Aragón Petronila y su esposo Ramón Berenguer IV y los Reyes Católicos Fernando e Isabel lucieron este jueves nuevo aspecto tras pasar por el taller de la artista local María Maza que los ha restaurado para que el día 4 de septiembre puedan salir encabezando la Cabalgata del Pregón con la que se inician las fiestas mayores de la ciudad de Barbastro.

El Ayuntamiento se saltó el protocolo y permitió que sus gigantes, unos de los más antiguos de Aragón, desfilaran de forma excepcional antes del día 4 al compás de sus fieles acompañantes, los Gaiteros del Somontano. Y es que la ocasión lo merecía. No sólo el público, en su mayoría niños, pudo presenciar el lavado de cara realizado por Maza si no que también pudieron escuchar por primera vez a las puertas del Ayuntamiento el cuento del gigante Ramón y Petronila, firmado por el historiador y estudioso de esta tradición Luis Alcarazo. Lo narró Pedro Ríos, del grupo teatral La Melinguera.

María Maza ha recompuesto las cabezas de los gigantes con los mismos materiales que se utilizaron en su construcción: papel, cartón y cola.

Pero no solo se han restaurado sus rostros, sino que Ramón Berenguer IV y Petronila de Aragón e Isabel y Fernando, los Reyes Católicos, también han pasado por las manos de la peluquera ‘real’, Isabel Soler; las modistas ‘reales’, la Asociación de Viudas de Barbastro; y los orfebres ‘reales’, Estela Valero y José Gea. Todos ellos, de forma altruista, han contribuido a que a partir de ahora los gigantes luzcan más elegantes.

Para todos ellos, y para los portantes, tuvo palabras de agradecimiento el alcalde de Barbastro, Antonio Cosculluela, que no se quiso perder esta cita acompañado del concejal del área de Fiestas, Fran Blázquez. "Mantenemos un tradición que se pierde en la noche de los tiempos. Los gigantes Fernando e Isabel datan de los años 40 del pasado siglo pero Petronila y Ramón tienen cientos de años y antiguamente Barbastro contó con otros gigantes. Son un patrimonio público de la ciudad y verlos salir con los 45 cabezudos en las fiestas y los gigantillos de los barrios constituye un acto muy especial, son propiedad de los niños", señaló Antonio Cosculluela, quien recordó su niñez, cuando portaba cabezudos.

Emocionada también estaba la restauradora. "Es un orgullo y una responsabilidad grande. Estoy contenta porque el arte popular no suele tener la consideración que se merece. Es importante para nuestro patrimonio y acervo cultural porque estos gigantes nos definen y nos cuentan una historia sobre nosotros. Son una proyección hacia el pasado y hacia el futuro. Para mí ha sido una contribución muy bonita", explicó. La comparsa volverá a salir el día 4 y todas las mañanas de las fiestas.

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