Los cazadores monegrinos reivindican el galgo

No hay perro más español. El galgo, que aparece citado en las primeras líneas del Quijote (“...no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor...”) y también en las crónicas de la Hispania romana, se reivindica en la Comunidad Autónoma. Con apenas dos meses de vida y sede en Robres, la Asociación Galguera Monegros ha organizado una carrera de galgos que tendrá lugar el próximo domingo 2 de septiembre en Senés de Alcubierre. Más que de competir, se trata de ensalzar la figura de este animal y de una modalidad de caza criticada desde varios sectores.

Numerosas asociaciones animalistas denuncian el maltrato que sufren estos animales al término de la temporada, entre octubre y febrero, y ofrecen el dato de que 50.000 ejemplares son sacrificados o abandonados al año en España. Por contra, se trata de un perro muy apreciado en países como Francia, Bélgica y Holanda y con cada vez más aceptación como mascotas. Las carreras de galgos modernas nacieron, como casi todos los deportes de campo, en Gran Bretaña. Sin embargo, están prohibidas en países como Argentina, con castigos de hasta cuatro años de prisión.

La Asociación Galguera Monegros apuesta, por su parte, por “defender al galgo”. Su presidente es José María Serrano, quien lamenta que “cada día hay menos galgos en Aragón. Antes había uno en todas las casas. Si no fuera por los cazadores galgueros, podrían desaparecer en España”. Con la preocupación por el futuro de esta raza canina en común, un grupo de propietario de Robres se estableció de manera legal y entrenan a sus animales al margen del uso cinegético. Así, han asistido a la ferias de Calamocha y La Puebla de Albortón.

Serrano considera que la decadencia del galgo puede explicarse con que “la gente caza de otra manera y hacen falta horas para entrenarlos. Tampoco pueden llevarse sueltos, hay poca caza y ya no es como antes, cuando ibas al monte y sacabas cuatro o cinco liebres. La gente mayor era galguera; los jóvenes, menos”. El presidente predica con el ejemplo. Posee once galgos y anima a aquellos que los tienen en sus casas a que “los entrenen y vayan a las competiciones”.

“Los galgueros estamos muy mal vistos -asegura-, como se han abandonados tantos, la gente cree que los abandonamos todos”. La jornada del domingo será una fiesta para los, de momento, 20 inscritos procedentes de las tres provincias aragonesas. Con la modalidad de liebre mecánica con regates, los participantes recorrerán un trazado de 800 metros en un terreno que pertenece a Serrano. Los dos mejores de cada prueba se clasificarán para la final y el número de carreras dependerá de la cifra final de perros. Habrá un jamón para el ganador y embutidos para el segundo y tercero, y la jornada se cerrará con una comida popular.

La asociación posee una pista en Robres, de donde son casi todos ellos, y un espacio para que corran los perros pero no cuenta con autorización para competir. Decidieron entonces unirse como asociación “para tener más fuerza”. En sus estatutos defienden “la promoción de todo tipo de actividad en defensa del galgo, su cuidado y bienestar”, con “respeto a la naturaleza y a las leyes que regulan la actividad cinegética”.