Ansó exhibe con orgullo las joyas de su ropero en un multitudinario Día del Traje Tradicional

El desfile sacó a la calle 11 vestimentas distintas portadas por un centenar de vecinos. “Esta fiesta representa la esencia de Aragón”, afirma la alcaldesa, Montse Castán.

Los ansotanos han madrugado este domingo para vivir su día más especial del año, el del Traje Típico, una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional. A las 5.30, las mujeres del ropero lo han preparado todo para vestir y sobre todo para peinar (la tarea más difícil) a los vecinos que luego desfilarían por la pasarela instalada en la plaza del Ayuntamiento. Allí se han podido ver, y ya van 48 años seguidos, las ricas vestimentas de Ansó, algunas con más de un siglo antigüedad: ropas de bautismo, de confirmación, de cofradía (reina de fiestas), de boda, de alcalde, de madrina… la mayoría vinculados a ritos religiosos.

La belleza de los trajes ansotanos

Durante toda la mañana, el tiempo se ha detenido en las calles empedradas de este pueblo del Pirineo, uno de los Pueblos más Bonitos de España, que salvo por la presencia de cientos de visitantes, cámara y teléfono móvil en mano para retratar los ricos ropajes, parecía haber regresado a la Edad Media. Desde primera hora, en varios rincones, se han reproducido escenas de la vida cotidiana. Una de ellas delante de Casa Prisca, donde María Jesús Fernández y su madre han vestido a la familia. Una estampa como la pintada por Sorolla en 1914 donde cobran protagonista sayas, escarapelas y escapularios, peinados con churros, camisas de gorguera, saigüelos negros, delantales bordados en oro, anguarinas, gorros con borlas, pañuelos de seda en pico con mantillas… "Llevo todo la vida vistíendome. Parte de la ropa es de la familia y parte del ropero", ha explicado María Jesús Fernández.

Al mediodía, en la plaza, los visitantes se han concentrado para ver desfilar a un centenar de modelos en esta pasarela tradicional. Hasta once trajes distintos portados por ansotanos de todas las edades. Las más pequeñas, Inés y Candela, de 5 y 4 meses, con el traje de bautizo. Según la alcaldesa Montse Castán, esta fiesta representada "la esencia de Aragón, por la lengua, el traje, la orografía, la arquitectura… elementos que hacen que los aragoneses sientan a Ansó como una parte muy auténtica". El aislamiento del valle ha ayudado a preservar de una forma especial el pasado.

Castán, acompañada de la consejera de Ciudadanía y Servicios Sociales, María Victoria Broto, ha entregado un reconocimiento a Pilar Mendiara, "la wikipedia de Ansó", en palabras de la alcaldesa. Mendiara ha agradecido el gesto hablando en ansotano. "Desde pequeña aprendí las cosas de Ansó y me ha gustado contarlas". "Son trajes originales, diferentes y elegantes", según la consejera, que hacen que las calles del pueblo se conviertan en un museo.

Hasta aquí ha viajado este año el presidente de la Asociación de Pueblos más Bonitos de España, Francisco Mestre. "Es algo maravilloso, porque además de la belleza del pueblo y del cuidado de su patrimonio arquitectónico, también se atiende a cosas intangibles, como la tradición, la cultura, el folclore… Todo eso le da mucho valor".

Ansó ha vuelto a demostrar que guarda un tesoro, el ropero municipal, nutrido con réplicas, prendas donadas y otras compradas por el Ayuntamiento y restauradas por las mujeres del pueblo, en el que cada año se visten muchos del centenar de participantes que salen a la calle.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión