La nueva ordenanza de Huesca recoloca las terrazas para garantizar el paso de peatones por las aceras

Los hosteleros no están de acuerdo porque pierden veladores. Se busca solución para excepciones en las zonas con poco tránsito

Las terrazas de la calle Padre Huesca se han echado a un lado para garantizar el paso.
Las terrazas de la calle Padre Huesca se han echado a un lado para garantizar el paso.
Rafae Gobantes

Las terrazas de los bares han dejado de ser solo para el verano. Los cambios en movilidad y sociales y, sobre todo la Ley Antitabaco vigente desde 2011, han impuesto los veladores como un elemento más del paisaje urbano. Hasta hace pocas semanas, el espacio destinado a mesas, sillas, maceteros, sombrillas y toldos junto a los establecimientos estaba regulado por una ordenanza aprobada en 2005. Diez años después y tras la peatonalización del centro era necesaria una revisión de las condiciones, defienden desde el Ayuntamiento. Pero los términos en los que esta se ha llevado a cabo no han gustado a todos, especialmente a quienes han tenido que reducir su capacidad para cumplir la norma.

El cambio es ya visible en la calle Padre Huesca, que es peatonal y donde la densidad y la distribución de las terrazas provocaba las quejas de vecinos y comerciantes. Antes, los veladores estaba colocados en el centro de la vía, con dos estrechas franjas de paso a ambos lados. Ahora, casi todas las terrazas se han echado a un lado que, en todos los casos salvo en uno coinciden con la fachada del establecimiento hostelero al que corresponden.

Los bares dicen que están peor, pero los vecinos y comercios aseguran que la cosa ha mejorado porque "ya no tiene que sortear una velador para entrar en una tienda o decirle a la gente que se aparte para pasar con el carrito del niño", asegura Cristina Betrán, presidenta de la Asociación del Barrio de San Lorenzo.

Además del paso de los peatones también era preciso garantizar el de los servicios de emergencias. "No puede haber ni una sola calle sin un vial de seguridad adecuado", señala la concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad, Teresa Sas. "Este espacio debe tener un mínimo de tres metros y las terrazas de Padre Huesca se hubieran quedado en medio, perdían muchos veladores", explica. Según dice, ahora se ha conseguido dejar libre esta distancia, lo mismo que cuando se pasa por San Orencio y Santa Paciencia.

La delimitación del espacio es la gran novedad de esta ordenanza, que ha ido aplicado casi por fases. Antes, la terraza se pagaba en función de los veladores (mesa y cuatro sillas) que se colocaban, "y que se movían y ocupaban más sitio del que debían", apunta la concejala. El criterio se cambió a metros cuadrados de ocupación. "Era importante para que dejara de haber discusiones entre los propios hosteleros y para todo el mundo sepa lo que ocupa", explica Sas. Además, el establecimiento tiene la obligación de poner el planito con los metros autorizados y de marcar la disposición en el suelo del límite de su terraza.

Alternativas con toneles

Esto ocurre en la calzada, pero ¿qué pasa en las aceras? Aquí todo se complica un poco más. La ordenanza fija un mínimo de 1,50 m libres para garantizar el tránsito de peatones en ambas direcciones a la vez y el cruce de dos cochecitos de niños (los de gemelos miden 80 cm aproximadamente). En determinadas zonas de la ciudad esto es la cuadratura del círculo y, por ello, allí donde hay escaso tránsito peatonal (fuera del centro) la ordenanza contempla unas condiciones específicas: respetar una franja de un metro en lugar de 1,5 m. Es el caso, por ejemplo del Bar Boston, donde ese espacio está, además, ocupado por papeleras y farolas. Su encargado confía en encontrar una solución que le permita colar las mesas. Y el Ayuntamiento también.

Teresa Sas apunta que algunos hosteleros ya dan por hecho que no les vamos a autorizar, pero "no todas tienen que ser con mesa porque puede ser con mesa alta con taburetes o toneles". "El objetivo es no decirle no rotundo a nadie, darles una alternativa porque un establecimiento sin terraza no es viable", reconoce la concejala. De hecho, prácticamente todos de los alrededor de 200 bares que hay en Huesca han solicitado autorización para una.

Los hosteleros son reticentes a comentar la incidencia de la nueva ordenanza. En algunos casos ha levantado ampollas. Adolfo Sesé, presidente de la Asociación de Hostelería de la comarca de la Hoya de Huesca, señala que la medida de dejar 1,5 metros de paso en los barrios "es un poco absurda". "En la plaza de Europa, el Bar Ato no tiene esos metros y hay que ser un poco permisivos", indica. "Los peatones decían que se les había echado de la calles y hay que encontrar un punto de convivencia", añade. En la plaza de Cervantes, por ejemplo, uno de los bares ha pasado de 15 a 4 veladores.

El presidente de La Asociación de Hostelería, Carmelo Bosque, asegura que hay "predisposición del Ayuntamiento para que no haya menoscabo". Se muestra a favor de la reordenación porque "hay que tener la terraza en condiciones y las de barrio se verán reforzadas". Eso sí, recuerda que para colocarlas hay que estar al corriente de los pagos".

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