Las peripecias del aventurero Félix de Azara, en un cómic

Carlos Enríquez ilustra la apasionante aventura del naturalista altoaragonés, precursor de las teorías evolucionistas de Darwin y al que retrató Goya

El joven Félix de Azara rodeado de animales en una ilustración
El joven Félix de Azara rodeado de animales en una ilustración
Carlos Enríquez

Erase una vez un niño de Barbuñales al que le gustaba bajar desde el pueblo hasta el río Alcanadre, a veces clandestinamente, para observar gran diversidad de pajarillos: alondras, jilgueros, pardillos… El bosque de carrascas era un lugar mágico para él. Así comienza ‘La apasionantes aventura del naturalista altoaragonés Félix de Azara’, un libro ilustrado que recrea su vida y su obra.

A lo largo de sus páginas habla de su infancia en Barbuñalés, donde nació en 1742, su juventud en la Universidad de Huesca y su carrera militar, donde se forjó como científico. Con 33 años fue llamado a combatir en la guerra contra Argelia y se le dio por muerto, pero un marino lo encontró entre los cadáveres tendidos en la arena, cuenta en la biografía el autor. Tardó casi cinco años en recuperarse. Después, recibió el encargo  de perfilar las fronteras de América del Sur entre las posesiones de España y Portugal. Ahí empieza su aventura como naturalista.

En las ilustraciones del libro se le ve rodeado de animales. Y es que durante 20 años realizó estudios sobre la fauna y la flora. "Descubrió animales y plantas nunca vistas por él ni por la ciencia", ha contado Enríquez en la presentación del libro ilustrado, en el que detalla una por una sus expediciones, entre ellas las que lo llevaron al río Pilcomayo, las misiones jesuitas o al río Paraná. Se convirtió en un naturalista de renombre, hasta el punto de que se le considera un precursor de Darwin, quien lo citó en su obra ‘El origen de las especies’. Murió con casi 80 años.

La publicación, premio Félix de Azara a la edición en 2016, se ha dado a conocer este martes en la Diputación de Huesca, y ha servido de cartel de presentación de la edición número 21 de los galardones que llevan su nombre. la nueva convocatoria vuelve a reconocer, en cinco categorías, la contribución de personas e instituciones a la conservación del medio ambiente. La dotación en premios se eleva a 37.000 euros y las inscripciones se pueden hacer hasta el 31 de octubre, ha explicado la diputada Maribel de Pablo.

Carlos Enríquez se siente identificado con el personaje, con el que comparte su pasión por la naturaleza. "Quería difundir su figura porque hay gente que todavía no lo conoce. Era un gran visionario del mundo natural", ha comentado. Para dibujarlo se basó en el retrato que le hizo Goya, contemporáneo de Félix de Azara, cuando volvió de América, con su uniforme de brigadier y un fondo de animales.

También se ha presentado otra publicación, 'Dólmenes de la sierra de Guara', de Óscar Buil, que da a conocer los valores naturales y culturales a través de recorridos por los dólmenes, incluyendo mitos relacionados con ellos. Según recuerda en el libro, el ser humano empezó a transitar estos territorios hace 40.000 años y dio origen así a un tipo de enterramiento cargado de simbolismo.

Uno de los más famosos y mejor conservados es el de Losa de la Mora, en Rodellar, de finales del neolítico, situado en uno de los lugares más bellos de la sierra. Cada dolmen lleva una ficha con las coordenadas, la altitud y el itinerario de la ruta para llegar a él. A la presentación ha asistido, además del autor, Rafael Juste, responsable de publicaciones de Prames, quien ha comentado que los Félix de Azara, que incluyen premios a la edición, permiten que vean la luz obras de gran interés que de lo contrario sería muy difícil sacar al mercado.

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