El equipo Roca de la Guardia Civil de Barbastro ha detenido a dos hombres de 33 y 50 años, vecinos de Lérida, como supuestos autores de 18 robos con fuerza y tres de delitos de daños en casetas de campo llevados a cabo en las inmediaciones del canal de Zaidín, Orriols (Tamarite de Litera) y la zona del embalse de San Salvador.

La operación 'Rucache' se inició tras detectarse una oleada de robos en casetas propiedad de la CHE en el mes de diciembre de 2017. Los autores, además de sustraer baterías utilizadas para los sistemas automatizados de apertura de las compuertas que abastecen de agua a los terrenos agrícolas colindantes al canal, causaban numerosos daños en los accesos valorados en casi 11.000 euros.

La investigación ha determinado que las baterías eran trasladadas a Lérida, donde eran vendidas en un centro de gestión de residuos. Los agentes consiguieron localizar el lugar gracias a la colaboración de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Lérida y recuperaron casi la totalidad de las baterías sustraídas y las devolvieron a sus legítimos propietarios.

Los hechos no solo afectaron a la CHE, también a los agricultores que se abastecen del agua del canal para el riego de sus explotaciones.

Dado lo complejo de la operación, se ha contado con el apoyo de las Unidades Orgánicas de Policía Judicial de Huesca y de Lérida, del personal del puesto de Monzón, además de los guardas rurales. Y es que los robos se cometían en lugares muy alejados de núcleos de población y en un radio de acción de 1.000 kilómetros cuadrados. Además, los autores tomaban grandes medidas de seguridad para no ser localizados.

Se han recuperado casi la totalidad de las baterías y ha sido fundamental para la identificación el troquelado que se había realizado por los propietarios, lo que les otorgaba un número de referencia y hacía más fácil su identificación y el lugar del que habían sido sustraídas.

A los dos detenidos les constaban una requisitoria judicial en vigor y numerosos antecedentes policiales tanto en Guardia Civil como en Cuerpo Nacional de Policía y Mossos d’Esquadra por delitos contra el patrimonio. Uno de ellos tenían una orden de búsqueda, detención e ingreso en prisión por un delito de receptación, por el que ha entrado ya en la cárcel; y el otro tenían otra requisitoria en vigor por un delito contra la seguridad del tráfico, por la que ha quedado en libertad bajo fianza.

Las diligencias instruidas por la Guardia Civil han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción nº 2 de Monzón.