El nuevo puente impulsa en Sabiñánigo la tradición orosina del Camino del Pastor

Es un camino conocido desde la época de los romanos, y desde antiguo ha unido los municipios de Jaca, Sabiñánigo y Yebra de Basa y ha vertebrado transversalmente las comarcas del Alto Gállego y la Jacetania. Es el conocido como El Camino del Pastor, unido a la tradición de la leyenda de Santa Orosia, y la Asociación O Zoque y entidades de la zona trabajan a lo largo de los últimos cinco años por recuperarlo y difundirlo.

Entre los últimos hitos de esta puesta en valor, la recuperación recientemente por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro del Puente de Sabiñánigo. Esta antigua pasarela fue durante siglos punto fundamental de la comunicación entre los valles y entre las poblaciones de Sabiñánigo pueblo y El Puente -de donde toma el nombre-, así como para las actividades de pastoreo al ser paso de la cabañera.

Al ser una estructura de madera, sufría periódicamente las batidas del Gállego hasta que una riada se llevó su estructura en la década de los 50. "Si no fuera por el puente que ahora se ha recuperado no podríamos darle difusión al Camino, ha sido un elemento dinamizador, ahora el camino se puede andar de punta a punta y ya lo atraviesa mucha gente", explica David Usieto, de la Asociación O Zoque. Se ha ejecutado una nueva pasarela metálica ya que las antiguas pilastras no se podían utilizar.

Hace cinco años, esta asociación puso en marcha un proyecto para recuperar y dinamizar este itinerario en colaboración con entidades de la zona como las comarcas de la Jacetania y el Alto Gallego, los Ayuntamientos de Jaca, Sabiñánigo y Yebra de Basa y la Real Hermandad de Santa Orosia.

"La Hermandad de los Romeros de Jaca hacen el tramo del Camino desde el Puente de Sabiñánigo hasta Yebra de Basa el domingo de la Trinidad, y tuvieron que cambiar la romería cuando el puente se hundió, ahora ya existe la posibilidad de atravesarlo", apunta Usieto.Un camino de historia y fe

El Camino del Pastor coincide con un antiquísimo camino que recorre Yebra-Val Estrecha y Jaca, ya conocido por los romanos. En Jaca se unía con el ramal que por el puerto de Somport atravesaba los Pirineos formando así lo que más tarde se conocería como el Camino de Santiago.

Con el transcurso de los siglos, el ramal del Somport tomaría mayor auge en detrimento del que llegaba a Jaca desde Hospitalet. Fue ruta de comerciantes y arrieros que cobró un gran auge. En esta ruta tuvo gran importancia el pueblo de El Puente como lugar de parada y fonda con el puente sobre el río Gállego, única vía para comunicar ambas orillas en muchos kilómetros.

Según la tradición, este camino es el que recorrió el pastor Guillén de Guasillo cuando llevó los restos de Santa Orosia a Yebra de Basa y Jaca. Según la leyenda, Orosia sufrió el martirio en el puerto de Yebra en el siglo IX a la edad de quince años por parte de un verdugo musulmán. Tras dos siglos de olvido, un ángel se apareció al pastor Guillén, quien recibió la orden de trasladar el cuerpo a Jaca y la cabeza a Yebra, dando lugar a este itinerario, jalonado por un rico patrimonio antropológico y religioso que estudian miembros de O Zoque, con José Ángel Gracia y Enrique Bayona a la cabeza.

"Siguen apareciendo más cosas interesantes y hemos podido recuperar elementos que habían permanecido ocultos, como una cruz de piedra que ha estado en un pajar escondida 60 años o rocas que usaban los romeros como símbolos en el camino que se habían perdido", explica Usieto.

En estos últimos años se han ido haciendo actuaciones de mejora en los 40 kilómetros de este camino, tareas de limpieza y recuperación de tramos que se habían perdido.

Ahora se quiere seguir trabajando en la mejora de la señalización y divulgación, así como en recuperar elementos históricos y de la tradición en torno a este camino de historia, fe y tradición.