Graus revive la aspiración de recuperar el legado de Costa

El Ayuntamiento trata de impulsar el proyecto de digitalizar el archivo y habilitar su casa como centro de interpretación.

Despacho de Joaquín Costas
Despacho de Joaquín Costas

Fue su entorno infantil y de juventud, y pese a las penosas comunicaciones en diligencia de la época, sostienen los estudiosos que Joaquín Costa estuvo yendo a Graus durante toda su vida, donde tomaba respiro para sus embestidas a la España doliente del 98. Con la salud ya muy quebrantada a causa de la distrofia muscular que padeció a lo largo de su vida, se retiró definitivamente al núcleo ribagorzano en 1904, donde vivió de manera austera y sencilla haciendo gala a su propia y célebre definición - "soy un labriego aragonés forrado de intelecto"-, hasta su muerte el 8 de febrero de 1911.


El Ayuntamiento de Graus quiere rescatar ese escenario vital de Costa, y esencial para el desarrollo de su corpus intelectual. El consistorio aprobó a finales del pasado mes de enero una moción instando a que todos los niveles administrativos -comarca, DPH, Gobierno de Aragón y Ministerio de Cultura-, se impliquen en la recuperación de la casa en la que vivió el jurista y político aragonés para su reconversión como centro de interpretación, y para la digitalización de los documentos que allí se conservan, como punto de partida para sacarlos a la luz y difundirlos.

"Sería un nuevo punto de referencia y de visita para Graus, pero el Ayuntamiento no puede acometer solo una obra de esa envergadura; vamos a ver la disposición de la instituciones y de cómo responden", explica el concejal de Cultura del Ayuntamiento grausino, Joaquín Baldellou. De momento, el pleno de la DPH avaló institucionalmente la iniciativa a principios de mes con la aprobación de una moción institucional. El proyecto requeriría un plan de acondicionamiento de la casa y un proyecto de musealización.


La recuperación de este legado es deseo de los propios descendientes del célebre aragonés. "Estamos encantados con esta iniciativa, lo que pasa es que llevamos 30 años esperando esto, esta aspiración de casa-museo de Costa viene ya casi de la época posterior a su muerte, cuando hubo movimientos y artículos como los de Ramón J. Sender o García Mercadal", sostiene José María Auset, uno de los descendientes y propietarios del legado de Costa en Graus. Y como ha ocurrido con otros prohombres de la tierra -véase Goya-, las deudas con su memoria han resurgido con los aldabonazos de intelectuales, como los del profesor Eloy Fernández Clemente, entre otros, y de efemérides que marca el calendario, como ocurrió en el centenario de su nacimiento.Archivo de Costa

Costa se retira definitivamente a Graus en 1904, en una casa construida en la última década del siglo XIX. "Él se lleva allí prácticamente todo lo que tiene", explica Auset. Todo este corpus original con el tiempo se desgaja, llevándose parte, con permiso de la familia, su hermano Tomás Costa, y parte se encuentra en el Archivo Histórico Provincial de Huesca.


"Lo que ahora queda en Graus es fundamentalmente sobre su trabajo y obra; mi padre estuvo prácticamente toda su vida trabajando este archivo, donde están ordenadas alfabéticamente fichas de tamaño cuartilla mecanografiadas, donde se registran los documentos que hay en las carpetas de archivo; él no las contó, pero estimaba más de 30.000 registros", explica Auset.


La casa de Costa es un edificio de planta baja y cuatro alturas. Costa vivió en la segunda planta e instaló su austero estudio en la tercera, donde ahora se encuentra el archivo. "Al poco tiempo de estar allí, bajar a la segunda planta era un esfuerzo imposible de hacer, era inválido completamente en esos últimos años", por lo que su vida y trabajo acabaron recluidos en aquel espacio. Allí se encuentra una mesa de trabajo muy grande, una mecedora de malla y rejilla de la época y estanterías de madera de pino que aguardan sus biblioteca y donde se apilaban sus legajos.


Auset explica que el segundo piso está ahora rehabilitado -"yo he vivido allí hasta hace pocos años", apunta- acometiendo una restauración "fiel a cómo era originariamente", con suelo de baldosa de Alhama de Aragón formando dameros y carpinterías de pino melis, con algunos elementos de mobiliario. "Costa vivió con austeridad toda su vida, por no llamarle pobreza, hoy no lo entenderíamos desde luego, para una persona que fue notario, abogado del Estado y tenía dos doctorados".

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