El conductor del coche que mató al guardia ingresa en un centro de menores

Los otros tres adolescentes, de entre 14 y 17 años, están en casa bajo la tutela de sus padres.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en Barbastro
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en Barbastro
Javier Blasco

El juez de Menores de Huesca ha decretado el internamiento en un centro de menores, en régimen cerrado, del conductor que causó la muerte del guardia civil José Antonio Pérez, tras saltarse un control en Barbastro. El magistrado ha tenido en cuenta la extrema gravedad de los hechos, un homicidio, y otras circunstancias que rodearon el trágico suceso, ya que el chico, de 17 años, no tenía permiso de conducir, iba drogado y además condujo de forma temeraria poniendo en riesgo a otras personas. De hecho, chocó contra otro vehículo en su huida.


El menor permanecía desde el viernes por la noche en el cuartel de Barbastro a disposición de la Fiscalía de Menores. Esta mañana fue trasladado a Huesca y a primera hora de la tarde se decidió su ingreso en el Centro Especial de Internamiento para Menores de Juslibol (Zaragoza), omo medida cautelar y en régimen cerrado.

Los otros tres ocupantes están libres

Los otros tres ocupantes del coche ya están libres, dos chicas de 14 y 17 años y un chico de 14, bajo la responsabilidad de sus tutores legales y a disposición de la Fiscalía.


En él recae la mayor responsabilidad. El adolescente puede enfrentar hasta a cinco delitos por los hechos cometidos el viernes. El más grave es el de homicidio con atentado a la autoridad, ya que el fallecido estaba ejerciendo sus funciones en aquel momento.

La ley del menor

Según la ley que regula la responsabilidad penal de los menores, si en el momento de cometer los hechos tienen 16 o 17 años, como es el caso, la medida de internamiento en régimen cerrado es de uno a ocho años (de uno a cinco años para los de 14 y 15 años). Si se entiende que se trata de un homicidio doloso, podrían llegar hasta 10. Cuando el menor cumple los 18 años, pasa a una prisión.


A esto habría que añadir los delitos relacionados con la seguridad del tráfico: conducción temeraria con evidente riesgo para otras personas en la carretera (de hecho, en la huida chocó contra otro coche, con el resultado de dos heridos), no tener carné e ir bajo los efectos de las drogas.


Al estar implicados menores, la instrucción corre a cargo de la Fiscalía de Menores de Huesca, aunque es el juzgado el que tomará las determinaciones sobre su libertad.


Los hechos ocurrieron el pasado viernes a las 19. 35. En la rotonda de intersección entre la N-240 y la N-123, a las afueras de Barbastro, dos patrullas pertenecientes al destacamento de Tráfico de ese cuartel, una de motoristas y otra de atestados, se encontraban realizando un control de alcoholemia y drogas. Le dieron el alto a un turismo Opel Astra y su conductor hizo intención de detenerse ante las señales del agente, dirigiéndose otro guardia a realizar la prueba de alcoholemia.

Huida a pie tras el accidente

De acuerdo con la versión que figura en las diligencias, introdujo sus brazos en el interior del vehículo para ofrecer el etilómetro, momento en que el conductor atrapó los brazos del agente contra el volante y aceleró súbitamente. En la huida lo arrastró 460 metros. Se incorporó a la carretera y chocó lateralmente contra una bionda, lo que provocó el reventón de una rueda e hizo que el vehículo chocara contra un Audi Q-7, que iba en sentido contrario. Dos de los ocupantes de este coche resultaron heridos.


El cuerpo de José Antonio Pérez, que salió despedido 15 metros, quedó tendido sobre el asfalto, mientras que del Opel Astra, parado en la carretera frente al cadáver, escapaban a pie «al menos» dos varones y dos mujeres. «Nada pudieron hacer las asistencias sanitarias que acudieron» y el agente falleció en ese lugar, aseguró la Guardia Civil.


Inmediatamente se montó un dispositivo para la localización de los sospechosos en el que colaboraron numerosos compañeros de la víctima, de Policía Judicial, Tráfico y Seguridad Ciudadana. A través de declaraciones, visualización de cámaras de seguridad y testigos directos e indirectos de los hechos se pudo identificar a los ocupantes. El conductor dio positivo en la prueba de drogas y tiene antecedentes policiales por robo de vehículo.


Los menores presentaban lesiones compatibles con un accidente de tráfico. El chico de 14 años incluso tuvo que ser atendido en el hospital de Barbastro de una fractura de tibia y peroné. El coche estaba siendo inspeccionado ayer por la mañana por los especialistas de la brigada científica y, según fuentes de la investigación, no se encontraron drogas en el interior. El vehículo se transfirió de propiedad recientemente, aunque todavía no se había declarado en la Jefatura Provincial de Tráfico. Lo que sí se ha descartado es que estuviera a nombre del conductor.

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