Marta Fiestas, natural de Monzón, ya forma parte del padrón municipal de Grañén y, como recompensa, la joven, de 28 años de edad, recibió ayer dos camisetas y una taza, que declaran su amor por la localidad, un kilo de arroz producido en la zona así como un repelente de mosquitos, del que seguro hará uso durante el próximo verano.

Así, con este paquete de bienvenida, recibió ayer el Ayuntamiento de Grañén a quienes decidieron inscribir su nombre en el padrón municipal aprovechando la celebración del Día de los Empadronados. La iniciativa tuvo su origen en la víspera de San Valentín. En esa jornada se repartieron 700 cartas de amor firmadas por la localidad de Grañén, que confesaba estar prendada de sus vecinos y donde se les instaba a empadronarse.

Según decía, "cada vez somos menos y te necesito". En ella, se anunciaba la celebración del Día de los Empadronados, al que, además de la joven, se unieron otras cinco personas, que fueron agasajadas con el mismo paquete de bienvenida. En los últimos seis años, el municipio, que ronda los 1.800 habitantes, ha perdido unos 350 vecinos, una tendencia que "deseamos invertir a través de iniciativas originales, que toquen el corazón de la gente y creen una dinámica positiva", explicó el alcalde, Carlos Sampériz.

De momento, la estrategia funciona. Fiestas, que lleva un año viviendo en Grañén, explicó que recibió con "sorpresa y emoción" la misiva y que fue el empujón definitivo para empadronarse. La campaña continuará.