Fallece un vecino de Castejón de Sos tras estrellarse con su ala delta junto al río Ésera

?Ignacio Pellicer, de 55 años y natural de Ambel (Zaragoza), chocó contra un árbol próximo al campo de vuelo al ser arrastrado por el viento cuando iba a aterrizar.

Estado en el que quedó el ala delta del fallecido tras estrellarse en el paraje del Raso de Castejón de Sos, cerca del río Ésera.
Estado en el que quedó el ala delta del fallecido tras estrellarse en el paraje del Raso de Castejón de Sos, cerca del río Ésera.
Guardia Civil

Llegó hace más de 20 años a Castejón de Sos atraído por el parapente y falleció ayer en esta localidad ribagorzana mientras practicaba su gran pasión: volar. Luis Ignacio Pellicer Corellano, de 55 años y natural de la localidad zaragozana de Ambel, murió ayer tras estrellarse con su trike (ala delta con motor) en una maniobra de aterrizaje junto al aeródromo, cuando el viento arrastró el aparato hasta chocar con un árbol. Aunque no falleció en el acto, tras varias maniobras de reanimación nada se pudo hacer por salvar su vida. El suceso causó gran conmoción en la zona, ya que era vecino de El Run, en el mismo municipio de Castejón, donde vivía solo. Además, trabajaba de operario en el Ayuntamiento de Bisaurri.


Sus compañeros de pasión escucharon el estruendo que provocó el accidente desde el aeródromo, ya que se produjo a escasa distancia, según explicó ayer la jefa de vuelo de la instalación, María Luisa Campi. Ignacio Pellicer volaba a poca altura y cerca de la pista porque presumiblemente estaba aterrizando, cuando el viento desestabilizó el trike (ultraligero pendular) en el que viajaba solo, detalló Campi. Fue entonces, en torno a las 13.20, cuando chocó contra un árbol, y cayó en la defensa del río Ésera, en el paraje conocido como El Raso. De inmediato, desde el campo avisaron al 112.


Los bomberos de la Comarca de la Ribagorza-Parque de Villanova fueron los primeros en llegar y, seguidamente, la ambulancia del 061, el médico y personal sanitario del centro de salud de la localidad, y el helicóptero del 112 con un médico a bordo. Todavía estaba vivo. Sin embargo, aunque le practicaron varias maniobras de reanimación, no fue posible salvar su vida, según explicaron fuentes próximas. A la zona también se desplazaron agentes de la Guardia Civil del puesto de Benasque y miembros de la unidad de montaña (Greim) de la misma localidad.


Una vez certificada su muerte, acudió la Policía Judicial de Barbastro a primera hora de la tarde, así como el médico forense de Boltaña –juzgado del que depende la zona–, para autorizar el levantamiento del cadáver. La Guardia Civil contactó con sus hermanos que residen fuera de la zona, ya que ni estaba casado ni tenía hijos. Su madre falleció hace solo dos meses y su padre años atrás.


El fatal accidente conmocionó a los vecinos del municipio de Castejón de Sos, donde no solo residía –en el pueblo de El Run– sino donde también trabajó en el ayuntamiento a su llegada a la zona, según explicó el alcalde José Manuel Abad. "Era una persona muy conocida y muy querida porque, con sus peculiaridades, era abierto, alegre y dicharachero. Por eso, es una de esas pérdidas que se siente mucho", indicó. "Parece que siempre se dicen estas cosas, pero es que no se puede decir nada malo porque era muy bueno y muy trabajador", abundó. Abad recordó que llegó a la zona para practicar parapente y que desde el primer día se integró muy bien con todos los habitantes. Después, se compró un ultraligero y también hizo muchos "inventos" para volar porque "era atrevido", comentó con mucho cariño. De hecho, según informaron desde el campo de vuelo era piloto de parapente, de paramotor y de trike, por lo que tenía mucha experiencia.


Nada más enterarse del accidente Abad se acercó al lugar, cerca del río. El aeródromo, en el que comparten pista de aterrizaje los ultraligeros y los parapentes, se encuentra cerca del antiguo campin, cuyas instalaciones destrozó la riada del Ésera de junio de 2013. También se acercó a la zona la alcaldesa de Bisaurri, María Pilar Saludes. "Era una persona muy especial y se ha sentido mucho porque era muy querido", comentó.


La jefa de vuelo del campo de Castejón de Sos, María Luisa Campi, defiende que es una actividad segura. "Cuando pasa algo llama mucho la atención, pero hay muy pocos accidentes", comentó. Normalmente, en este tipo de siniestros se suele romper el avión, pero en la mayoría de las ocasiones los tripulantes resultan ilesos. El último accidente de ultraligero en esta zona ocurrió en junio y los dos que iban a bordo salvaron la vida al estrellarse en la montaña de Gistaín. Eran dos vecinos de Asturias que se dirigían al campo de vuelo de Castejón por una ruta poco habitual.Tres rescates de montaña


Por otro lado, la Guardia Civil de montaña rescató ayer a un montañero, J. A. B, de 48 años y vecino de Guipúzcoa, en el barranco de Torrozuelo en Sallent de Gállego, cuando sufrió una posible fractura de rodilla al descender por la zona con esquí. El helicóptero lo evacuó a las 13.45 a El Pueyo de Jaca. Después, a las 13.55, recibieron el aviso de un esquiador que se quedó enriscado en la zona de Loma Verde de la estación de Candanchú, pero el viento impidió el acceso del helicóptero y los especialistas llegaron con esquís para evacuarlo. Mientras tanto, el helicóptero actuó en la vecina estación de Astún, de la que evacuó a una esquiadora de Pamplona, con una lesión en la rodilla.

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