"No queda nada; es el fin de la campaña"

Este jueves una fuerte tormenta de viento y granizo de apenas 10 minutos ha daño entre el 70% y el 100% de la recolección.

Alfredo Sanjuan y su hijo, con el que comparte nombre, en una de las fincas más afectadas de Ballobar.
"No queda nada; es el fin de la campaña"
P.P.

Desolados. Así han amanecido este viernes los agricultores afectados por la fuerte tormenta de viento y granizo que este jueves causó graves daños en varias explotaciones de los municipios de Ballobar, Osso de Cinca y Belver de Cinca.

"No voy a poder salvar ni una pieza de fruta. No queda nada. Para nosotros, es el final de la campaña", ha explicado el productor Alfredo San Juan, de Ballobar, tras comprobar el estado de las más de 40 hectáreas de su explotación. "Muchas de ellas ni siquiera se pueden aprovechar para zumo", ha añadido.

Según las primeras estimaciones, hay alrededor de 1.700 hectáreas afectadas. De ellas, 1.200 son explotaciones de fruta, que se encuentran en plena recolección y que presentan daños de entre el 70 y el 100%. Dentro de ellas, la mayoría son plantaciones de nectarina, albaricoque o melocotón. Solo algunas de estas dos últimas variedades podrán ser aprovechadas para zumo y por ellas, los agricultores recibirán un precio muy bajo, que ni siquiera alcanzará a cubrir las inversiones realizadas, según han detallado. "El resto habrá que tirarlo al suelo y triturarlo, ya que su estado es muy malo y por lo tanto, son un foco de plagas", han señalado.

El pedrisco, del tamaño de pelotas de golf, ha tirado al suelo gran parte de la fruta y el resto presenta más de un impacto, lo que hará que acabe pudriéndose, sin encontrar ninguna salida en el mercado.

En Ballobar, hay unas 400 hectáreas de frutales afectadas y en Osso de Cinca, 800. El resto están en Belver de Cinca. A ellas, hay que sumar unas 500 hectáreas de maíz con afecciones de alrededor del 50%. También hay daños en almacenes agrícolas e instalaciones ganaderas, con cubiertos y toldos agujereados, que muestran la fuerza con la que cayó el granizo.

La tormenta se produjo sobre las 20.30 y según los agricultores, apenas duró entre 5 y 7 minutos, suficientes para acabar con su cosecha, lo que conlleva graves consecuencias económicas para toda la zona, tal y como ha explicado el alcalde de Osso de Cinca, Antonio Romero. "Todo se para. El agricultor y por supuesto, los temporeros, que muchos se quedan sin empleo, y después, las cooperativas y los almacenes de fruta, lo que repercute en todos los negocios", ha explicado.

Los afectados han comenzado este viernes a dar parte a los seguros, de los que esperan unas justas peritaciones para al menos tener la oportunidad de recuperar parte de las inversiones realizadas.

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