Las nuevas tecnologías podrían pasar factura a los más jóvenes en el caso del juego o, al menos, así lo consideran los principales afectados por este tipo de adicción en Aragón. Los responsables de Azajer (Asociación Aragonesa de Jugadores de Azar en Rehabilitación) consideran que en los próximos cinco o diez años podría triplicarse el número de personas que tengan problemas con el juego, un porcentaje que hasta el momento sitúan en torno a un 10% de la población. De ellos, a su vez, la décima parte padece hoy en día una grave adicción por ludopatía.

La advertencia de Azajer se centra en los más jóvenes y en el uso que realizan de internet, una plataforma a la que pueden acceder cada vez con mayor facilidad, las 24 horas, y que engloba múltiples opciones de apuestas y juegos 'online'. También existen otros peligros potenciales a juicio de esta asociación, como las partidas de póker a las que acuden adolescentes que apenas han cumplido los 18 años, o las casas de apuestas en plena calle, algo que ya puede verse en ciudades como Zaragoza.

«Estamos detectando ya problemas muy graves en algunas familias, con chavales que rozan los 20 años y tienen una adicción enorme, que no salen de casa porque están todo el día delante del ordenador jugándose muchísimo dinero», afirma Esther Aguado, presidenta de Azajer. Esta entidad, a la que acuden a pedir ayuda tanto los propios ludópatas como sus familiares, ya ha puesto en marcha grupos específicos de terapia para adolescentes y personas jóvenes, toda una novedad, según afirmaron fuentes de la propia asociación.

La oferta de apuestas es cada vez más variada y goza de una publicidad notoria, sobre todo la relacionada con los deportes: «Para nosotros, existe un paralelismo entre estos anuncios y los que veíamos hace años de alcohol y tabaco. ¿Por qué se toleran en este caso y se prohibieron los demás? ¿No se dan cuenta del daño que pueden causar?», se pregunta Aguado. «Se tiene todavía una imagen muy inocente de los efectos de estos juegos con dinero, pero están haciendo estragos», asegura, y no solo se ciñe a las apuestas, sino, sobre todo al póker.

«Vemos a decenas de críos cuya máxima ilusión es que llegue el fin de semana y poder liarse horas y horas jugando a las cartas», revela Aguado. «El problema es cuando empiezan a hacerlo con dinero real, no controlan lo que hacen y se acaba produciendo un drama al que no saben cómo poner fin», relata.

Problemas con el alcohol

Al mismo tiempo, desde Azajer denuncian el riesgo de otras conductas adictivas en el caso de algunos chavales: en medio de las partidas, el acceso al alcohol y a otras sustancias, en este caso ilegales, es «demasiado fácil», según apunta su presidenta.

Por todo ello, desde su asociación insisten a los padres en tomar precauciones y no perder de vista lo que hacen sus hijos. «Ahora, el riesgo no está solo en la calle, hay que estar vigilantes en casa», apostilla la responsable de Azajer.

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