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Un preso aragonés vio frustrado su traslado a Zuera por la falta de médicos en la cárcel
Vino a Zaragoza desde Soto del Real, pero debido a su estado de salud tuvo que regresar a la prisión madrileña porque en Zuera no le podían atender.
El que fuera intermediario inmobiliario aragonés Mariano Casasnovas Vicente, conocido por pertenecer al grupo de empresarios que quiso comprar el Real Zaragoza y condenado a seis años de prisión por delitos de estafa y defraudación, fue trasladado el pasado mes de marzo desde la prisión de Soto del Real a la de Zuera para que su familia pudiera visitarlo con mayor facilidad y acudir a un juicio en la Audiencia de Zaragoza previsto para la semana pasada pero que se tuvo que suspender.
Fuentes penitenciarias señalaron a HERALDO que este interno apenas estuvo una semana en la cárcel zufariense, entre el 8 y el 16 de marzo, porque acababa de ser intervenido por una grave enfermedad. Pero la enfermería de la cárcel aragonesa tenía recursos médicos limitados, por lo que al final lo devolvieron a la prisión madrileña.
La intención inicial era prepararse para asistir a un juicio en la Audiencia de Zaragoza por delitos contra la Hacienda Pública por el que el fiscal le reclama tres años de prisión. Este juicio iba a celebrarse la primera semana de abril, pero al final su situación facultativa sirvió para que fuera suspendido.
El empresario zaragozano tiene esta vista pendiente, aunque ya pesan sobre él dos sentencias condenatorias: dos años de cárcel por dos delitos de defraudación tributaria (dictada en noviembre de 2009) y cuatro años por estafar a un constructor y a una empresa en dos operaciones inmobiliarias (enero de 2023).
Localizado tras huir a Rumanía
Mariano Casasnovas fue localizado en Rumanía en enero de este año después de no haberse presentado tres meses antes en el centro penitenciario de Zuera para empezar a cumplir la condena y la Policía Nacional realizó los trámites necesarios para su extradición a España.
Al ser trasladado a España tras su detención ingresó en la prisión de Soto del Real (Madrid) a mediados de enero, a la espera de que pueda asistir al juicio pendiente que se tendrá que celebrar en la Audiencia de Zaragoza. Al parecer, la vista oral fue retrasada porque en esos momentos el empresario aragonés se encontraba ingresado en la enfermería de la cárcel madrileña tras haber sido intervenido, según fuentes penitenciarias.
Al intermediario Mariano Casasnovas se le conoció públicamente en 2015 cuando se presentó como la cabeza visible de un grupo de inversores que tenían la intención de comprar el Real Zaragoza, un proyecto que no fructificó. Desde entonces, realizó varias operaciones inmobiliarias relacionadas con suelos para instalar supermercados Lidl, que culminaron en dos condenas de prisión.
Falta de medios médicos
Varias fuentes penitenciarias consultadas señalan que la prisión de Zuera ha perdido efectivos médicos tras la jubilación de los dos últimos facultativos el verano pasado.
Una funcionaria señala que con la población penitenciaria de 1.300 internos (1.150 en Zuera y 150 entre Torrero y Huesca) deberían tener ocho médicos en la relación de puestos de trabajo y “ahora se han quedado con uno interino (tres horas cada día) y otro contratado por horas (trabaja los fines de semana y festivos)”.
“Los enfermeros no pueden realizar actuaciones médicas a los internos como recetar antibióticos. Hay momentos en los que la enfermería está bloqueada y no funciona ni siquiera la videollamada, con la que los médicos de otras prisiones atienden a los de Zuera”, señala un funcionario consultado.
Esta situación se habla estos días en una reunión de todos los directores de las prisiones con los responsables de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y el Ministerio de Interior que se celebra en Ciudad Real.
