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La marca ‘Huerta de Zaragoza’ de los últimos hortelanos se multiplica en las fruterías

El Ayuntamiento de Zaragoza firma un acuerdo con UAGA, la Asociación de Detallistas de Frutas y Plataforma Ciudadana para repartir unos carteles en 60 tiendas. 

Un acuerdo entre el Ayuntamiento, la UAGA, la Asociación de Detallistas de Frutas y Plataforma Ciudadana se reparte los carteles en 60 fruterías de Zaragoza

La marca ‘Huerta de Zaragoza’ de las verduras y frutas de los últimos hortelanos (una veintena) que quedan alrededor de la capital aragonesa y llevan todos los días al Mercazaragoza se ha empezado a ver con sus carteles en las fruterías de mercados de varios barrios como un símbolo para los zaragozanos cuando acuden a la compra.

Este compromiso ya se puede ver en las fruterías de varios barrios (Delicias, Las Fuentes, Arrabal o Universidad…) gracias a un acuerdo que firmaron el Ayuntamiento, la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA-COAG), Plataforma en defensa de la Huerta de Zaragoza y la Asociación de Detallistas de Frutas. De momento se pueden ver en 64 tiendas, porque las han ido llevando “poco a poco” para ver el efecto y el próximo mes de junio llegarán hasta 100.

Este proyecto piloto pretende que los productos que salen de la huerta de Zaragoza y sus alrededores lleven el sello de origen para los consumidores con esos indicativos de la marca Huerta de Zaragoza a través de productores autorizados que se han adherido a esta campaña. 

El mecanismo ha sido difundirlo por todos los barrios de la capital aragonesa, como tiendas sueltas en calles de Las Fuentes, Actur, Arrabal,… y sobre todo a los puestos asociados entre los detallistas que están en los mercados, como el Mercado Central, dos que hay en Delicias o el de Latassa, en la Universidad.

Tenemos el tomate de Utebo, el cardo de Cadrete, las espinacas, la cebolla fresca, las acelgas, las borrajas… en un radio alrededor de Zaragoza, entre 30 y 50 kilómetros, que se considera como la huerta de la ciudad”, detalla Marisa Barcelona, portavoz de la Asociación de Detallistas de Frutas. “Repartimos estos carteles para que los pongan en las tiendas y puestos de mercado, así como unas tablillas con unas pinzas para indicar que son productos de la huerta”.

Pilar Vera al frente de su puesto en el mercado de la calle de Félix Latassa.
Pilar Vera, al frente de su puesto en el mercado de la calle de Félix Latassa.
Heraldo

"A la gente le gusta que sea de aquí"

Hace una semana, la frutera Pilar Vera colgó estos carteles en las cajas que contienen alcachofas, lechugas, borrajas y habas en su puesto del mercado de la calle Latassa, cerca de la plaza de San Francisco. “A la gente le gustan productos que sean de aquí y se ha notado en las ventas. Por su sabor, porque los cogieron ayer y hoy pueden tenerlos en casa para comerlos al mediodía. Y para que los hortelanos que queden sobrevivan, porque si no desaparecerán un día pronto”, detalla Pilar Vera, quien lleva 32 años con este puesto abierto porque su cuñado, Jesús Calvera, es hortelano en Juslibol y disponen de dos fruterías: la de la Universidad y otra en el Actur.

Pilar Vera recuerda que este proceso de los hortelanos "está desapareciendo" porque cuando va a adquirir hortalizas en Mercazaragoza puede encontrarse ocho o diez vendedores y cree que los productos de Aragón son "muy demandados" por los clientes, como les pasó ahora con las alcachofas o las habas de Zaragoza, por ejemplo. "Lo de aquí se nota en el sabor, el tiempo y el precio, sin tener que llevarlo en las neveras. Y la gente que lo lleva, en su economía. Yo prefiero que sea una alcachofa de Zaragoza".    

Los carteles que acaban de colocar en las tiendas son el símbolo que hasta ahora dependía de lo que hacían los fruteros, que suelen recordar a los compradores que esas verduras y frutas proceden de la huerta de Zaragoza. Pero es una manera de refuerzo con la venta del producto gracias a los carteles para los consumidores.

“Las repercusiones van siendo despacio, pero la gente se queda con el logo y ya empiezan a preguntar al ver las carteles y las tablillas. Vamos a llevarlo a unas 100 tiendas de aquí hasta junio y luego vamos a hacer sondeos por barrios para ver si les ayuda en las compras, les guste en los fruteros de proximidad y saber la repercusión que esté haciendo esta campaña”, reconoce la portavoz de la Asociación de Detallistas de Frutas. “Los asociados ya han empezado a reclamarnos y estamos unos 130 fruteros”.

La voluntad de esta campaña es que al final estos carteles les llegue a los 130 y hasta crezcan los integrantes de los asociados para que se multipliquen. Para la financiación les ha ayudado el Ayuntamiento de Zaragoza, aunque tienen que coordinarlo la Asociación de Detallistas, la UAGA y Plataforma Ciudadana. A los carteles se han sumado a la campaña unas bolsas de rafia de dos asas, unos folletos y unos bolígrafos.

Ayudar a los hortelanos de frutas y hortalizas 

“A los asociados les interesa mucho esta campaña y al final se les acercan los miembros de UAGA para llevarles los productos. Queremos ayudar sobre todo a los hortelanos de frutas y hortalizas porque están pasando por unos tiempos difíciles”, proclama la integrante de los Detallistas de Frutas. 

“Entre los hortelanos y los mayoristas o asentadores (se han apuntado seis: Hermanos Ibáñez Sáez S.L., Frutas Contamina S.L, Frutas Magro S.L., Alpuente, El Hortelano-Hermanos Mené y Mercadía; y tienen productos de Zaragoza y del resto del país) tienen que identificar bien en Mercazaragoza estos productos para que haya transparencia, se identifiquen bien los productos desde allí, se compren y no haya problemas. Hace falta que todos estén bien concienciados y que el género sea realmente de la huerta de Zaragoza y no pasen esos 50 kilómetros de donde proceden. Por eso el proceso es más lento de lo que parece”.

El hortelano Tomás García con la perra Lola que le acompaña.
El hortelano Tomás García, con la perra Lola que le acompaña.
Marcos Cebrián

La historia de los últimos hortelanos 

Entre los que se han apuntado a la campaña de ‘Huerta de Zaragoza’ hay apenas 20 productores-hortelanos (dos de ellos de origen de Marruecos) y ellos mismos se consideran “los últimos de los hortelanos” de la capital aragonesa. Así se califica Tomás Díaz Álvarez, de 62 años, que tiene sus tierras en María de Huerva y lleva 40 cultivando verduras. Pero compara que si en el año 2000 tenían una nave en Mercazaragoza para los 1.200 puestos que había, dos décadas después apenas han quedado alrededor de 30 puestos.

A principio de año, los hortelanos celebraron una reunión para que les explicaran cómo fomentar el proyecto en marcha. “Estamos 20 apuntados porque apenas quedamos y con nuestra media de edad no hay relevo generacional. Solo hay tres jóvenes y dos de ellos son marroquíes o del Magreb (Mohammed El Bakkali y Mustapha El Daaoyui Bourazza)”, señala el hortelano.

 “Cuando entré en la Asociación de Detallistas de Fruteros éramos 714 socios y hoy no sé si somos 30. Aquella nave inmensa de 3.000 metros que utilizamos hace 40 años para vender verdura y fruta con los 1.200 puestos, en la que hacíamos hasta fila de espera para descargar, se utiliza ahora para envases”, relata.

El hortelano Tomás Díaz, alcalde de María de Huerva, en su finca.
El hortelano Tomás Díaz, alcalde de María de Huerva, en su finca.
Marcos Cebrián

En esta coyuntura de considerarse como “los últimos de Filipinas” (en comparación con los militares españoles que se quedaron sitiados en Baler por los revolucionarios filipinos en 1898), Tomás Díaz cree que “no hay una ayuda directa al hortelano” sino que esta campaña es algo indirecto para “fomentar los productos de la huerta”.

“Mis hijos (tres) no quieren seguir con la agricultura: uno es vigilante, otro trabaja en un centro comercial y el tercero está estudiando. Creen que la huerta de Zaragoza es la ruina”, comenta el hortelano, para quien los agricultores aun tienen más salidas con las ayudas de la PAC y las subvenciones para el cereal que ha facilitado la llegada de las subvenciones. “Hay otros lugares como Andalucía, Valencia o Navarra donde tienen otra filosofía y resistirán, pero en Zaragoza desaparecerá porque se dedican al comercio local”.

El hortelano de María de Huerva cree que el apoyo que vio en los años 90 con las grandes superficies como Sabeco, Alcampo, Galerías Primero o EcoDagesa (enumera las que recuerda) “compraban las frutas y verduras que llevaban a Mercazaragoza”, pero a las plataformas ya no se les ve allí y los traen de lugares de origen. “Compran aquí las borrajas que no hay en otros sitios y poco más porque lo demás viene de Andalucía, Valencia o Navarra”, lamenta la evolución de la huerta aragonesa.

Además, Tomás Díez agrega que “han cambiado totalmente los detallistas, y españoles solo hay cuatro, porque predominan pakistaníes, que tienen bastantes tiendas y son buenos clientes, marroquíes, chinos o latinoamericanos”.

Entre los productos que está llevando ahora a Mercazaragoza predominan borraja y acelga, mientras preparan la campaña de los tomates, los pepinos y las cebollas tiernas o secas. Cada año tienen que hacer una declaración sobre los productos que vas a plantar en sus tierras y los kilos que estiman van a recolectar. A estos productos suele sumar también la col y el brócoli. Recuerda que en la zona de Movera o donde se situó la Expo eran lugares donde se plantaban muchas lechugas en Zaragoza, pero ahora casi han desaparecido.

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