historia
Las víctimas aragonesas del valle de Cuelgamuros esperan entrar y que se acelere la identificación de los restos
Purificación Lapeña, descendiente de los hermanos Lapeña, ha recibido una invitación del Gobierno para acudir al laboratorio donde se examinan los restos.
Purificación Lapeña Garrido, nieta y sobrina nieta de los hermanos Manuel y Ramiro Lapeña Altabás, fusilados por las tropas franquistas en 1936 y enterrados primero en Calatayud y después (en 1956) en el Valle de Cuelgamuros (entonces Valle de los Caídos), espera que el Gobierno "lleve sus restos cuanto antes" al laboratorio forense, para encontrar respuestas de los técnicos (forenses, arqueólogos, genetistas y policías científicos) que allí trabajan. Así lo anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la visita realizada este juevesa a Cuelgamuros.
“Queremos que se aceleren los análisis de los restos para localizarlos y puedan identificarlos”, señala Purificación Lapeña Garrido, que ganó la sentencia del Juzgado de San Lorenzo del Escorial, firmada el 30 de marzo de 2016, en la que se ordena la devolución de los restos a sus familiares. Aunque Purificación tiene claro que no hay prioridades entre los 160 familias que lo han solicitado al Gobierno, cree que ya podrían empezar a llegar los resultados.
A finales de diciembre tuvieron una reunión en Madrid, donde le pidieron al secretario de Estado de memoria democrática, Fernando Martínez, de la posibilidad de entrar al valle de Cuelgamuros. Tras las palabras de Sánchez, han reiterado su reclamación y les han respondido con una carta de invitación.
“Espero que sea por su buena voluntad y no por motivos políticos”, señala Purificación Lapeña, quien perdió en este proceso a su padre Manuel Lapeña, en septiembre de 2021 con 97 años, y a su marido Miguel Ángel Capapé, gran defensor de las exhumaciones, en diciembre de 2022.
Los restos de unos 80 fallecidos de Calatayud, entre los que se encuentran los hermanos Lapeña, se encuentran en nueve cajas (aunque en el telegrama enviado por el Gobierno de Franco informaba que se llevaron 13) en el nivel 2, donde está trabajando el equipo que dirige el forense Francisco Etxebarría.
Contrasta con el primer hallazgo en julio de 2023
Las dificultades que se han encontrado en este proceso del hallazgo de los 160 familiares, entre los que predominan víctimas de la II República y hay también entre los del bando nacional, contrasta con el primer hallazgo de cuatro víctimas en las criptas del valle de Cuelgamuros. Se pudieron recuperar y ser enterrados tras ser identificados genéticamente: Valerico Canales, Emilio Caro, Flora Labajos y Román González, vecinos de Pajares de Adaja (Ávila), encontrados en la caja 198, donde había once hombres y una mujer.
La aragonesa Pilar Gimeno sabe que en el nivel 2 han empezado a trabajar en la búsqueda de los restos de personas nacidas en su pueblo, Magallón, donde se profanó en 1959 una fosa con 17 fallecidos. Gimeno es la presidenta de la Asociación de Familiares y amigos de los Asesinados y Enterrados en Magallón y dice que entre los 17, “hay dos hermanos y un padre, que era hermano de mi abuela” y “sus hijos eran primos de mi madre”.
Gimeno conoce, tras la reunión con el secretario general de Memoria Democrática, Fernando Martínez, que los restos de Calatayud o Biota podrían estar entre los que pueden identificar, aunque también sabe de las dificultades que están encontrando el equipo dirigido por Francisco Etebarria.
La historia de las familias aragonesas que están peleando por recuperar a sus ancestros que murieron fusilados en la Guerra Civil del valle de Cuelgamuros está siendo objedo de un documental del director Germán Roda, con el seguimiento de su batalla y el posible final con su identificación.
