Cargados de añoranza y de un sentimiento de pertenencia que siempre les acompaña, medio centenar de ilustres vecinos de Barbastro que en algún momento de sus vidas tuvieron que dejar la localidad oscense se han dado cita este miércoles en un céntrico restaurante de Madrid. El objetivo no ha sido otro que mantener vivo un vínculo que “marca para toda la vida” con una comida llena de recuerdos y anécdotas.

El artífice del encuentro ha sido David Lafuente, administrador del Estado y subdirector del Instituto de la Juventud, que ha logrado reunir a los más destacados empresarios, artistas y juristas barbastrenses en la diáspora. También a políticos, como el exministro Luis Cosculluela, que con su presencia quería “vivir un poco de Barbastro, ya que no podemos todos los días”.

En los corrillos previos a la comida, muchos gestos cómplices e historias compartidas que se entrelazaban entre sí. Como la de José Latre, socio de EY, que definía a los barbastrenses como “guerrilleros” y recordaba su pasado ‘scout’, donde fue mentor del empresario e inversor Francisco Vera (Albidania), que tampoco quiso perderse el evento.

El tejido empresarial de la localidad oscense, la tercera más poblada de la provincia y la séptima de Aragón, no tiene nada que envidiar al de cualquier gran ciudad, y entre los asistentes destacaban figuras como Enrique Sampériz (eComputer) o Luis Nozaleda (Nozar). Y tampoco era menor la representación de la rama jurídica, con Manuel Ollé, Jesús Broto, María José Cancer y Pilar Cancer, entre ellos.

Las periodistas Encarna Samitier (directora de 20Minutos) y Beatriz Ariño (RTVE), los escritores Manuel Vilas e Inés Planas, el doctor Jesús Mora, el inspector de policía David Castillo, el ingeniero David Sampietro, el judoka Moussa Macalou… la lista era interminable. “De Barbastro ha salido gente de muchas profesiones con un gran reconocimiento, es una sociedad que funciona, que crea un clima en el que cada uno puede dedicarse a lo que quiera llegando a un nivel muy alto”, apuntaba el pianista José Enrique Moreno.

Ante tal despliegue, las denominadas “fuerzas vivas” de la localidad han querido arropar a quienes un día tuvieron que hacer la maleta. “Son embajadores de una ciudad pequeña. Estamos muy halagados de estar con ellos para trasladarles el cariño y decirles que siempre tendrán las puertas abiertas”, comentaba el alcalde, Fernando Torres. A su lado, el obispo, Ángel Pérez, felicitaba las pascuas y lanzaba un mensaje intencionado consciente de las posibilidades de los allí presentes: “Hay que restaurar la catedral”.

Tras la comida, en la que no faltaron vinos del Somontano cortesía de las bodegas de la comarca, se han entregado regalos, entre ellos, veinte bufandas de la UD Barbastro, gentileza del presidente del club, Rafa Torres, que también se ha desplazado hasta la capital. Y para culminar la jornada, la soprano Pilar Jurado, recientemente reconocida como una de las 20 mujeres más influyentes de España, sorprendía interpretando el aria Casta Diva.