La voz de las enfermeras jubiladas: "Tras más de 40 años de trabajo tenía ganas de descansar y desconectar"

Tras más de 40 años en activo tanto en hospitales como en centros de salud, tres enfermeras jubiladas de Zaragoza coinciden en que la posibilidad que se estudia de prolongar la vida activa hasta los 70 de manera voluntaria en Aragón es una decisión personal, en la que, en todo caso, influirían muchos factores, y también el tipo de puesto que se desempeña.

Gloria Bara, María Jesús Bruna y Felisa Hernández, miembros de la Asociación de Jubilados de Enfermería de Zaragoza, que se reúne una vez al mes en la sede del colegio profesional, explican que en esta profesión "los últimos años se hacen muy duros", sobre todo "por los turnos, por el estrés del trabajo, por la presión asistencial y la sobrecarga". Por eso: "Cuando llegas a los 65 tienes ganas de descansar y desconectar". María Jesús, que se jubiló en enero de 2023, después de cuatro décadas de actividad laboral como instrumentista en los quirófanos del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, reconoce: "Quiero dedicarme a mi familia, sin horarios ni estrés".

Gloria, secretaria de la Asociación de Jubilados de Enfermería de Zaragoza, tiene 68 años y se retiró de la vida laboral al cumplir los 65: "Llevaba trabajando 44 años mañana, tarde y noche, fui a turnos hasta el final". Estuvo una década en cirugía general y luego pasó a la unidad de recuperación postanestésica (Urpa) del Hospital Universitario Miguel Servet y fue profesora asociada de enfermería de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Zaragoza. "Mucha gente no estará por la labor de seguir en activo cuando llegue su edad de jubilación", aunque también "depende de los puestos de trabajo, de la responsabilidad". "Y creo que hay que dejar paso a la gente joven", señala.

La pandemia de coronavirus supuso una gran carga laboral y emocional para los profesionales sanitarios. Felisa, que se había jubilado durante la primera ola, regresó dos meses más al centro de salud Canal Imperial, que atiende a la zona de San José Sur, para ayudar en la asistencia. «Si alguien quisiera seguir trabajando al llegar a la edad de jubilación y se encuentra en condiciones, dice, me parecería bien. Pero depende mucho del puesto, de la unidad en la que está, de la consulta…».

Desde la Asociación de jubilados enfermeros siguen vinculados con la actividad social colaborando con la Asociación de Pacientes de Rehabilitación Cardiaca de Aragón Re-Late y ofrecen su apoyo en las caminatas que se organizan dos domingos al mes en el término de Zaragoza.